Sin lugar a dudas Salta atraviesa un momento crítico en su lucha contra el coronavirus. Más allá de la cifra de contagios y muertes que se emiten día a día, y que preocupa a muchos, también existe otra esfera que debe tenerse en cuenta, y es la de las personas que se recuperaron de la enfermedad y pueden donar plasma.
En la actualidad, y según datos oficiales, en la provincia solo un 2% de las personas que se contagiaron y se curaron del coronavirus donaron plasma, es decir, que el número es muy bajo, más teniendo en cuenta que esa donación puede salvar la vida de muchas personas.
En este marco, Salta Comparativa dialogó con dos salteños que dejaron de lado los prejuicios y temores y decidieron donar plasta tras haberse recuperado del COVID-19. Se trata de Francisco Goytea y Ana Sol Echazú.
Contaron que el deseo de donar plasma y ayudar al prójimo estuvo siempre presente. Si bien es cierto tomaron real conocimiento de esta posibilidad cuando atravesaban la enfermedad, Francisco y Ana Sol a penas se enteraron sabían que era algo que tenían que hacer. “Es muy feo estar en la vereda de enfrente, sabiendo que necesitas y que nadie puede ayudarte” dijeron.
En cuanto al procedimiento señalaron que, salvando distancias, no resulta tan diferente a lo que es la donación de sangre. Lo primero que debe suceder para poder dar plasma es cumplir con un estudio para saber que la persona desarrolló anticuerpos contra el coronavirus. Este estudio se practica dos semanas después de haber recibido el alta, y los resultados se conocen en 24 horas.
Una vez cumplido con ese requisito, y en caso de poder donar, (del 100% de infectados solo el 30% cumple con las características para ser donante), se programa una cita en el Banco de Hemoterapia de la Provincia. Ese día, el paciente llega al lugar e inicia el proceso.
“En el Banco de Hemoterapia te reciben muy bien, despejan todas tus dudas” señaló Francisco, quién señaló que si bien la aguja con la que se realiza la extracción de sangre es un poco más gruesa que la común, no se siente mucho dolor. A partir de ese momento se comienza extraer sangre que ingresa por una maquina que cumple la función de separar el plasma del resto de la sangre. Tras esto la sangre vuelve al cuerpo del paciente.
La donación de plasma se puede hacer dos veces a la semana, y hasta 7 veces al mes, y esto inspira a Fran a decir: “Lo volvería a hacer”, pues entiende que en este momento lo que debe primar es la solidaridad.
En el caso de Ana Sol, por sus características (sus venas no tienen el calibre suficiente para recibir esa aguja) no puede donar plasma directamente, pero si puede hacerlo mediante la donación de sangre, ya que después sacarían el plasma. Cómo es sabido se puede donar cada dos o tres meses. Ella aseguró que cumplirá con esta acción, y también plantea que, en caso de ser necesario, lo volvería a hacer.
Si vos tuviste coronavirus, y tenés alguna duda o temor, nada mejor que asesorarte dialogando con los profesionales encargados del Banco de Hemoterapia de Salta. Tené en cuenta que con una simple donación podés salvar la vida de tres personas.
