Ante la expectativa generada en la población por el eclipse solar que se producirá en la tarde del martes 2 de julio, el Ministerio de Salud Pública recomienda adoptar medidas para observar el fenómeno sin poner en riesgo los órganos de la visión.
Al respecto, la cartera sanitaria provincial, en concordancia con el hospital Materno Infantil y la Sociedad Salteña de Oftalmología, aconseja no mirar el eclipse de manera directa, sin protección adecuada.
Se recomienda poner especial atención en niños y adolescentes, quienes suelen manifestar mayor curiosidad ante este tipo de fenómenos naturales, ya que la observación directa puede ocasionar serios daños, desde disminución y alteración de la visión hasta ceguera.
En ese sentido, se recuerda que no se debe mirar directa o indirectamente al sol, haya o no eclipse. Se recomienda usar lentes especiales, etiquetados como ISO 12312-2, que reducen la luz solar a niveles seguros y bloquean la radiación ultravioleta. Además, no deben tener una antigüedad mayor a tres años ni presentar rayaduras o perforaciones.
Se puede utilizar una máscara de soldador, grado 14 o 12. Un vidrio de menor factor de protección no provee la seguridad suficiente.
Se desaconseja totalmente mirar a través de cámara, teléfono inteligente, binoculares, telescopio o cualquier otro dispositivo que no disponga de filtro solar certificado para este uso.
Tampoco se debe utilizar filtros de fabricación casera ni los de sol tradicionales, ya que no son seguros para observar el sol ni el eclipse, aunque sean oscuros. No se debe usar placas de radiografía o rollos fotográficos.
En el caso de utilizar gafas homologadas, se recomienda no observar el fenómeno durante más de 30 segundos continuados. Lo adecuado es descansar 30 segundos entre una observación y otra. Ante la aparición de manchas o destellos luminosos, suspender de inmediato la observación, aunque se esté usando protección.
Exponer los ojos a la luz solar directa o un eclipse puede generar maculopatía actínica o retinopatía solar. Las quemaduras retinianas solares son causadas por el efecto térmico de rayos invisibles cercanos a los infrarrojos y por la luz ultravioleta.