Después del revuelo que generó la decisión del Arzobispado de Salta de realizar una procesión de la Virgen y el Señor del Milagro alrededor de la plaza 9 de julio el próximo 15 de septiembre, en medio de una emergencia sanitaria, llegaron respuestas contudentes por parte del arco político de la provincia.
El gobernador Gustavo Sáenz y la intendenta capitalina Bettina Romero informaron que no asistirán al acto al considerar que no es oportuno.
Ocurre que ambos consideran que en estos momentos, días más dificiles que atraviesa la provincia en la lucha contra el coronavirus, son ellos quienes deben brindar el ejemplo y así evitar las aglomeraciones y demás actividades.