Después de arduas negociaciones, el Arzobispado de Salta y el Gobierno de la Provincia tomaron la decisión de cerrar las puertas de la Catedral.
La idea del Gobierno es que las personas no concurran al centro, es decir, que no se produzcan aglomeraciones.
Por este motivo las actividades religiosas se verán con importante restricciones, y el Milagro en Salta se dará de manera virtual.