Esta vez, cumplirá la medida en una vivienda de la ciudad de Orán, en lugar de su residencia anterior en Aguas Blancas, que estaba a solo 200 metros de la frontera con Bolivia.
El exjefe comunal, que había sido detenido el 24 de septiembre, fue escoltado por fuerzas de Infantería con chalecos y cascos durante su salida del penal.
Martínez deberá cumplir una serie de reglas de conducta durante su prisión domiciliaria, y en esta oportunidad, su hija actuará como garante.
El juez de Garantías, Raúl López, había autorizado el arresto domiciliario el 10 de octubre, permitiendo a Martínez cumplir la medida en su casa de Aguas Blancas. Sin embargo, tras detectarse irregularidades en su residencia y un reclamo del Ministerio Público Fiscal, el juez suspendió el beneficio el 18 de octubre.
Entre las irregularidades, se mencionaron visitas frecuentes e interminables a la vivienda, que se extendían hasta la madrugada, lo que generó sospechas sobre el cumplimiento de la medida.
El magistrado, al suspender el arresto domiciliario, consideró también la ubicación de la vivienda en una zona fronteriza, lo que podría facilitar la fuga del imputado. En ese contexto, se dispuso que Martínez cumpliera la prisión domiciliaria en una propiedad ubicada en Orán, más alejada de la frontera, y con un garante de confianza.
En este proceso judicial, que investiga presuntas interferencias en una causa penal, también están imputados el abogado Roberto Ortega Serrano y el juez de Garantías Claudio Parisi, quien se encuentra suspendido de sus funciones y enfrenta un proceso de destitución ante el Tribunal de Enjuiciamiento.
