De confirmarse el anticipo del ministro de Economía, Luis Caputo, en el que vaticinó que la inflación de agosto será “parecida” a la de julio, los precios habrán completado un cuatrimestre entero con un incremento del 4% promedio mensual.
En mayo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el INDEC registró una suba del 4,2%; en junio fue de 4,6% y julio de 4%. Existe la chance de que en agosto se haya mantenido en esos niveles, lo que marca la dificultad del equipo económico para perforar ese piso.
Al respecto, la inflación núcleo, que es la que no toma en cuenta las variaciones estacionales de precios ni las tarifas de los servicios regulados, se mantiene en un fondo de valle de 3,7%. Eso genera dudas sobre la efectividad del plan del gobierno de forzar una recesión secando de pesos el mercado.
De hecho, Caputo tiene en mente seguir anunciando medidas en las próximas semanas tendientes a descomprimir el costo de las empresas, para que algo de ello se refleje en el bolsillo del consumidor final.
Desde el primer día hábil de septiembre, dispuso reducir en 10 puntos la alícuota del Impuesto PAIS. Bajará del 17,5% al 7,5% y eso se supone que debería tener algún impacto, aunque es muy probable que sea muy limitado. La rebaja va a regir para las importaciones de bienes e insumos que se hagan en el futuro. Los bienes con integración de insumos importados, como así también aquellos que son 100% extranjeros ya abonaron el tributo.
Según anticipó el titular del Palacio de Hacienda dijo en una entrevista radial que en los próximos días va a estar lanzando un nuevo paquete para descomprimir la inercia de los precios.
De acuerdo señala en un reporte la consultora Equilibra, el IPC de este mes cerrará en el orden del 3,5%. En ese caso el gobierno habría logrado quebrar el piso del 4%. Además de ello, la consultora estima que la inflación núcleo se ubicaría en 3%. Se trata de estimaciones hechas con información de la tercera semana del mes.
En cambio, si se toma la percepción del público sobre el entorno de precios, la encuesta de expectativas que elabora el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) muestra que para el público la media de incremento anual del IPC está estacionada en 50% desde mayo. En otras palabras, la percepción de los consumidores es que los precios siguen subiendo a una determinada velocidad, que es inferior a la del inicio del año (150% en enero), pero que no desaceleran.
Pese a ello, y a pesar de que Caputo dijo que tiene en estudios mas medidas para desacelerar la inercia inflacionaria, trascendió que el Gobierno analiza volver a aumentar en todo el país las tarifas de luz y de gas en septiembre.
Si prospera la decisión, el incremento será del 4% promedio en las facturas de los hogares, industrias y comercios, apenas por debajo de la suba que aplicará Aysa para agua y cloacas en el área metropolitana.
A esto se suma el impacto que tendrá sobre el bolsillo la quita de subsidios al colectivo en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y que los combustibles subirán 2,5% promedio en todo el país por un nuevo diferimiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
En el caso de las boletas de energía, Caputo analiza junto a su equipo cuál será la magnitud de la suba que aplicará desde el mes próximo.
