La iniciativa, calificada como un símbolo de esperanza y agradecimiento, fue impulsada por el sacerdote puneño Francisco Vacazur, amigo cercano del Santo Padre fallecido.
La estructura, bautizada como la "Cruz de la Vida", puede ser apreciada desde el camino, varios kilómetros antes de llegar a San Antonio de los Cobres.
El sacerdote destacó en el sitio La Unión de los Andes, que la cruz también rinde homenaje a los trabajadores ferroviarios y mineros de la Puna salteña, quienes diariamente recorren esos duros caminos. Para concretar este proyecto, Vacazur contó con el apoyo de su familia y amigos de la localidad.