El juez Martín Fernando Pérez, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio, hizo lugar por un año al pedido de suspensión de juicio a prueba (probation) presentado por un hombre y sus tres hijas. Él había llegado a la audiencia imputado por los delitos de  lesiones leves, amenazas y daños, en concurso real; ellas, acusadas por lesiones leves. Todo en perjuicio de una mujer.

El juez estableció que la reparación por los daños causados por el delito sea la ofrecida por los imputados. Les impuso además las siguientes obligaciones: fijar domicilio real y notificar al tribunal cualquier cambio; abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y de abusar del consumo de bebidas alcohólicas; no cometer nuevo delito; prohibición de acercamiento a la denunciante.

Las tres imputadas también deberán realizar tareas comunitarias durante tres meses, a razón de cuatro horas mensuales, en la escuela “Fe y Alegría” de barrio Solidaridad. El imputado quedó eximido de estas tareas por su estado de salud. Las tres hermanas deberán presentar las constancias que den cuenta del cumplimiento de esta medida ante la Secretaría de Derechos Humanos.