Luego de 10 días del crimen de Palomo, revelan cómo fueron los instantes previos a su muerte y el encuentro que mantuvo con el joven de 15 años, principal acusado del hecho.
El sábado 31 de agosto, pasado el mediodía, Sandra salió de su casa de barrio Tres Cerritos rumbo a un supermercado de la zona donde realizaría unas compras por el bautismo de su nieto. Sin embargo, nunca regresó.
Según FM Profesional, desde la Justicia indicaron que en ese momento Palomo y el joven se encontraron en el subsuelo del supermercado. Lo que aún no está claro es si el encuentro fue casual o premeditado, pero ambos se conocían porque eran vecinos. Habrían mantenido una discusión y todo lo que se supo después es que Palomo fue hallada sin vida, en cercanías del río Arenales, en la zona sur de la ciudad.
Mientras la Justicia mantiene bajo cierto hermetismo el móvil del crimen, un dato nuevo que surgió en la causa es que el celular de la docente aún no fue hallado. En los primeros momentos de la investigación se dijo que estaba en el interior de la camioneta. Pero el teléfono que sí está siendo peritado es el del joven para acceder a los mensajes previos y posteriores que intercambió con sus amigos. Acerca de ellos, detenidos una semana después, también se negaron a declarar y por el momento habría un pacto de silencio entre los tres.
Desde el Ministerio Público, la fiscal penal María Luján Sodero Calvet no descarta la hipótesis inicial que los acusados contaron con la colaboración de uno o más personas, mayores de edad, para llevar adelante su cometido.