La fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, María Luján Sodero Calvet, imputó al oficial Ricardo José Antonio Llaves y a los suboficiales Ricardo Ezequiel López, Lucas Maximiliano Ozuna y Jorge Antonio Olea por el delito de homicidio culposo en perjuicio de Cristian Ezequiel Gallardo.
Los familiares del joven de 23 años denunciaron ayer que los policías "lo golpearon a más no poder, haciéndole agarrar una convulsión, sin parar hasta matarlo". Además difundieron un video donde se escuchan los gritos de Gallardo antes de morir, cuando presuntamente se hallaba en el móvil policial.
La acusación se fundamenta en los elementos probatorios colectados, en que el informe preliminar de la autopsia establece como indeterminada la causa de muerte y ante la presunción de que el deceso se produjo como consecuencia del accionar desplegado por los policías al momento de aprehender al fallecido por la supuesta comisión de un ilícito en la vía pública.
En un comunicado, el Ministerio Público Fiscal, señala que "los efectivos habrían actuado en forma imprudente y antirreglamentaria, contraviniendo expresas disposiciones legales y protocolares que habrían excedido sus funciones, infiriéndole a la víctima un maltrato físico excesivo para reducirlo".
Los policías estuvieron acompañados de defensores particulares y tras conocer la acusación en su contra, se abstuvieron de declarar.
La fiscal María Luján Sodero Calvet
Sodero Calvet solicitó el mantenimiento de la detención de los cuatro imputados a la espera de los resultados de los estudios complementarios de la autopsia y conocer en forma fehaciente la causa del deceso de Gallardo.
Ezequiel Gallardo murió en la madrugada del lunes en circunstancias todavía no establecidas y con diferentes versiones al respecto. Según la Policía, el joven de 22 años había sido detenido por robo cerca de Finca Independencia y, cuando era trasladado "sufrió descompensaciones" y terminó perdiendo la vida pese a que personal policial intentó ayudarlo con ejercicios de RCP.