El caso Jimena Salas sigue dando mucho de qué hablar. Ayer, el procurador de la provincia, Abel Cornejo, reconoció que la causa está muy estancada, y aclaró que “hace siete meses no se hacía ninguna diligencia”.
Las declaraciones de Cornejo fueron emitidas en el programa De Buena Fuente, donde contó el trasfondo de los reemplazos de los fiscales Pablo Paz y Rodrigo Miralpeix. La decisión de designar a Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Rivero surgió de la necesidad de sacar de la “zona de confort” a quienes estaban abocados al caso ya que “hay pistas de la investigación que no se profundizaron y otras que no se tomaron”.
En esa línea, en otro momento fragmento indicó que “quien no está a la altura de las circunstancias tiene que ser sacado del Poder Judicial o Ministerio Público; hay que buscar mayor competitividad y eficiencia”.
“Es terrible pensar que mientras estamos hablando en esta entrevista el o los asesinos de Jimena Salas nos pueden estar escuchando, prófugos”. La joven salteña fue asesinada el mediodía del 27 de enero de 2017 en su casa del barrio San Nicolás, en Vaqueros. Ese día, Jimena Estaba en su casa junto a sus dos hijas a quienes encontraron encerradas en el baño.
Fuente: De Buena Fuente