Sección: Policiales

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Gracias a una clase de Educación Sexual lograron detectar que su hermano abusaba de ella

La menor le contó todo a su profesora, y desde el colegio activaron un protocolo de acción

Gracias a una clase de Educación Sexual lograron detectar que su hermano abusaba de ella

Un sujeto de 39 años fue condenado a ocho años de prisión por resultar autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la situación de convivencia preexistente con un menor de dieciocho años de edad.

La jueza Norma Beatriz Vera, vocal de la Sala IV del Tribunal de Juicio, ordenó que el condenado R. P. sea trasladado a la Unidad Carcelaria local, donde deberá permanecer detenido a disposición del tribunal. Dispuso que, por la naturaleza de los hechos por los que resultó condenado, el imputado reciba tratamiento psicológico.

Finalmente, la jueza ordenó que el sujeto sea examinado por un profesional del Servicio Médico del Poder Judicial y que se le extraigan muestras de ADN para su posterior incorporación en el Registro nacional de datos genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.

El imputado fue denunciado por la madre de la menor damnificada. La mujer relató que conoce al acusado desde que tenía 14 o 15 años porque ella lo recibió en su casa cuando falleció su madre. Dijo que era compañero de escuela de uno de sus hijos y que lo crió como a un hijo más.

Contó que en 2021, una de sus hijas le expresó llorando que R. P. abusaba de ella, que le tocaba sus partes íntimas y la besaba. La menor sostuvo que esto ocurría desde hacía tiempo pero que no se había animado a contarle antes porque él le daba plata para que no hable. Luego comenzó a amenazarla y le decía que nadie le iba a creer.

La denunciante refirió que el acusado dormía en la misma habitación que sus dos hijas y que siempre había confiado en él. Sus hijos lo consideraban un hermano más.

Al enterarse de lo ocurrido, la denunciante le reclamó al imputado lo sucedido, pero él negó todo, aseguró que su hija mentía y se fue de la casa. En ese momento ella no supo qué hacer. Dijo que su hija estaba mal, tenía pesadillas y lloraba.

Posteriormente, la menor le contó acerca de los abusos a su profesora de Educación Sexual Integral (ESI) en la escuela. Las autoridades del colegio citaron a la madre de la víctima y recién entonces se tramitó la denuncia.