Swiss Medical anunció que aplicará una rebaja del 22,22% desde mayo para cumplir con la normativa que emitió la Secretaría de Comercio que reclamaba a las empresas de medicina prepaga que retrotraigan sus cuotas a diciembre de 2023.
El porcentaje es similar al informado por OSDE el miércoles pasado, aunque está lejos del 30% que había calculado el Gobierno al momento de anunciar la medida y denunciar una presunta "cartelización" por parte de las compañías para subir sus precios.
Las prepagas comenzaron a recalcular las cuotas que cobrarán a sus clientes el mes que viene para cumplir con la regulación que impuso el Gobierno. Estiman que en promedio bajarán alrededor de un 20% nominal. Pero la discusión no terminó. Fuentes del sector advirtieron por un “inminente colapso del sistema” producto de los desequilibrios acumulados.
Anticiparon que apelarán las medidas promovidas por la Secretaría de Comercio, piden encarar una desregulación que permita ofrecer distintas prestaciones y aseguran que en las próximas semanas crecerá la escasez de turnos y el cobro de copagos.
Un grupo de empresas de medicina privada comenzó a confirmar el reajuste en las cuotas de sus afiliados. De acuerdo a la información que pudo recabar este medio, la baja promedio será de 20% aunque difiere según la compañía, el plan y el tipo de cliente: directos o desregulados.
Esto se debe a que apenas cuatro meses después de liberar los precios, en un salto de marco teórico excepcional, el Gobierno dispuso una nueva regulación que obliga a las prepagas a retrotraer las cuotas a los valores de diciembre de 2023. Al mismo tiempo, se estableció como tope para los incrementos desde ese momento hasta abril y por los próximos seis meses, la inflación promedio que mide el INDEC.
Es que según explican desde las prepagas, el retroceso de las cuotas implicará también una marcha atrás con las actualizaciones que habían concedido a sus prestadores, que al mismo tiempo otorgaron incrementos salariales en función de los ingresos previstos. Todo esto debería ahora calcularse de acuerdo a la nueva realidad, es decir, los valores de diciembre ajustados por inflación.