Este viernes se concretó un hecho impensado semanas atrás: una reunión del gobierno con prácticamente todos los gobernadores del país. Luego de los enfrentamientos con las provincias y el fracaso de la Ley Ómnibus, hubo un primer acercamiento que sirvió de base para lo que será la futura firma del Pacto de Mayo en Córdoba.
La asistencia de los mandatarios fue casi perfecta, solo se ausentaron algunos por razones de fuerza mayor y dos de los más opositores al presidente Javier Milei.
El Gobierno les ofreció a los gobernadores aumentar la recaudación a través de la restitución y modificación del Impuesto a las Ganancias, pero no hubo un acuerdo concreto, y varios mandatarios mostraron disidencias.
Durante casi cuatro horas, Francos y Posse escucharon los reclamos de los distritos y les plantearon como propuesta principal la baja del mínimo no imponible de Ganancias para que puedan incrementar los ingresos coparticipables, a cambio de apoyo legislativo a la versión “con consenso” de la ley Ómnibus.
El ministro del Interior aseguró que, “fue una reunión muy cordial y positiva, en la que tuvimos una larga conversación. Les presentamos a los gobernadores la versión de la Ley Bases sobre la que había consensos. Decidimos avanzar con todos esos aspectos que tienen consenso parlamentario: declaración de emergencias, facultades delegadas y protección a las grandes inversiones y régimen hidrocarburífero. La mayoría de los gobernadores estuvo a favor”.
Además, confirmó que analizaron el Impuesto a las Ganancias y que quedaron “en armar una comisión de ministros de Economía provinciales junto al Ministerio de Economía de la Nación, para seguir avanzando”.
“El Gobierno presentará un proyecto que incluirá una fórmula de actualización de jubilaciones y otro para la cuarta categoría de Ganancias. No está dentro de las competencias nacionales ni los fondos docentes ni el transporte. Desde el Ministerio del Interior, trabajaremos con los ministros de gobierno de las provincias para tratar los temas políticos que establece el Pacto de 25 de Mayo”, dijo Francos.
Los gobernadores entraron puntuales a la Casa Rosada. Estaban citados a las 14.45 y exactamente a esa hora empezaron a ingresar, uno por uno, a través de la explanada, para luego desplazarse por el Salón de los Bustos y subir las escalinatas que los llevaban al Salón Eva Perón. En orden, pasaron Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis), Rolando Figueroa (Neuquén), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Marcelo Orrego (San Juan), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Ziliotto (La Pampa); y Axel Kiciloff (Buenos Aires), que estaba acompañado por su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y puso fin al cruzar el portón de acceso a las especulaciones sobre su ausencia.
En una segunda tanda llegaron Ignacio Torres (Chubut), la vicegobernadora de Alfredo Cornejo, Hebe Casado (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alberto Weretilneck (Río Negro). Y, sobre la hora del encuentro, previsto para las 15, pasaron Teresita Madera, vice de Ricardo Quintela (La Rioja); Gisela Scaglia, la dos de Maximiliano Pullaro (Santa Fe), que decidió faltar a último momento por una urgencia de seguridad local pero no dejó de mandar un representante; el vice de Gildo Insfrán (Formosa), Eber Solís; Claudio Vidal (Santa Cruz); y Gustavo Valdes (Corrientes). Apenas tarde llegaron Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), los tres norteños peronistas con mayor afinidad con Milei, ansiosos por que se apruebe el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) para fomentar las industrias locales.