Este martes por la mañana, los empleados de Minicuotas Ribeiro que se dirigieron a su lugar de trabajo en el barrio porteño de Flores se encontraron con que las persianas de la sucursal estaban bajas y sus compañeros en la calle. El cierre del local se suma a los de las ciudades de Arrecifes y Casilda que correrían con la misma suerte, los empleados aseguraron que están pasando por una situación “angustiante”.
Hace once meses la empresa comenzó a pagarles el suelo en cuotas, y hace cinco entraron en proceso preventivo de crisis obteniendo el beneficio de no pagar cargas sociales. Este conflicto tiene a más de 1500 trabajadores en plena incertidumbre desde hace casi un año.
