Mientras Javier Milei vuelve del discurso de cierre en el coloquio de IDEA, en Mar del Plata, sabe que la semana que viene le esperará un desafío muy superior frente a un poderoso núcleo de empresarios internacionales, en el que la primera plana de su Gobierno está trabajando sigilosamente. Un operativo de seguridad extremo comandado por Patricia Bullrich incluirá, al igual que en el G-20 realizado durante el macrismo, traslados a través de un corredor seguro -así se llama cuando la dimensión de las personalidad a cuidar genera que se corten absolutamente todas las calles en la previa a su paso- desde el aeropuerto de Ezeiza hasta el Hotel Alvear Icon y desde allí al Palacio Libertad, que estará totalmente cerrado para quienes no sean parte del evento. Ni siquiera tendrán acceso los empleados de diversos organismos que tienen oficinas en el ex CCK.
Será una prueba de fuego de la capacidad de seducción del gobierno de Milei a los inversores extranjeros: es su Mini Davos. El mismo que en 2016 hizo Mauricio Macri y que ahora protagonizará él, en el primer evento de escala internacional que organiza su Gobierno como anfitrión y que medirá la temperatura de las posibles inversiones. ¿Llegará, como se ilusionan, Elon Musk a la cumbre? Misterio.
Máxima seguridad
Lo cierto es que en Ezeiza aterrizarán aviones privados y pasajeros de primera clase. El World Economic Forum (WEF), mucho más conocido como el Foro de Davos, fue el primer mojón internacional del Presidente, aquel que lo llevó en enero a dar esa arenga provocadora frente a los principales empresarios del mundo. Ahora, un grupo reducido vendrá al país a un programa que busca “vender” a la Argentina bajo el lema: “oportunidades y desafíos del cambio”. Es llamativo que los inscriptos no superan las 150 personas en esta jornada que incluye muchísimos funcionarios argentinos y un grupo de CEO’s trascendentes de compañías globales aunque en general, muchas de ellas, según el listado que todavía no tuvo difusión, pero al que accedimos, mandan a sus directores para Latinoamérica.
Para citar algunas firmas, estarán Chevron, Citi, Phoenix Global Resources, Uber, Dreyfus, Pepsi y las locales IRSA, AA2000 y PanAmerican Energy. Es el WEF el que cursa las invitaciones a los extranjeros: ¿No invitó a muchos o aceptaron pocos? ¿Faltan conocer sorpresas? Si se mide por la escala de la seguridad, la expectativa es grande. El termómetro del interés real en Argentina se pone en juego el miércoles de la semana que viene. El evento incluirá un cóctel en el Alvear Icon hotel el martes a la noche y una jornada durante todo el día siguiente en el Palacio Libertad que abrirá el presidente del Foro Económico, lo seguirá Milei y más tarde hablarán el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger; el de Economía, Luis Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y un grupo de gobernadores. Todos con el mismo sueño: convencer a los empresarios extranjeros de invertir, un pendiente cada vez más incómodo para el Gobierno. En el fondo, dependientes de dos trabas: el cepo y las elecciones del año que viene. Mientras tanto, promueven la agenda del superávit y de la baja de la inflación como principal encanto.