La pobreza saltó del 40,1% al 52,9% en el primer semestre de 2024 frente al mismo período del año previo, mientras que la indigencia escaló del 9,3% al 18,1%, según informó este jueves por la tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). De esta manera, mostraron un alza de 12,8 y 8,8 puntos porcentuales (p.p.), respectivamente.
Las estadísticas oficiales del segundo semestre de 2023 indicaron que el 41,7% de los argentinos tuvieron ingresos que no llegaron a cubrir la Canasta Básica Total (CBT), que es la utilizada para determinar la línea de pobreza. Asimismo, el 11,9% tampoco llegó a satisfacer la Canasta Básica Alimentaria (CBA), umbral de la línea de indigencia.
Esto implicó que, al cierre del año pasado, se registraron aproximadamente 19,5 millones de pobres y 5,6 millones de indigentes. Se trataron de los segundos peores indicadores desde que el INDEC reinició la serie en 2016, solo superados por los del segundo semestre de 2020, marcados a fuego por los efectos de la pandemia de Covid-19.
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destacó que más de la mitad de las personas de 0 a 14 años fueron pobres, mientras que, a nivel regional, las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA) y Noroeste (NOA).
Según datos del propio INDEC, el índice de salarios promedio para los trabajadores formales fue, entre enero y junio de este año, 15% inferior, en términos reales, al promedio del segundo semestre de 2023, tomando en cuenta la inflación que tuvo la CBT desde julio del año pasado.
Recientes datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) indicaron que la pobreza se instaló en el 52% de la población argentina y alcanzó un récord desde 2004. En paralelo, la indigencia fue del 17,9%.
El informe de la entidad remarcó que la cifra llegó a alcanzar el 54,9% en los primeros tres meses del año, para luego descender al 49,4% entre abril y junio, como resultado de la desaceleración de la inflación y el repunte de los salarios reales.
El director del observatorio, Agustín Salvia, remarcó que la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y el bajo salario en el sector privado son dos factores cruciales a la hora de los altos niveles de pobreza e indigencia.
''El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores'', agregó.
Vale recordar, no obstante, que el indicador de la UCA no es estrictamente comparable con el del INDEC, dado que tienen metodologías distintas.