El Gobierno lleva adelante febriles negociaciones con proveedores y cadenas de supermercados para establecer descuentos para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El objetivo es acordar descuentos de precios de hasta el 15% en el valor final del producto en góndola. Esto, calculan en la Casa Rosada, tendrá un impacto en el bolsillo de al menos 17 millones de personas.
El descuento todavía está en instancia de negociación y no hay certezas sobre qué productos estarán incorporados a esta iniciativa ni si estará disponible toda la semana o sólo algunos días en particular.
Cada supermercado podrá hacer su propia lista de artículos incluidos en el beneficio, pero tendrán en común el requisito de que la compra se pague con una tarjeta de débito vinculada con una cuenta de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), como una jubilación, una AUH o algún otro plan social.
Los descuentan estarían entre el 10 y el 15 por ciento y serán los supermercados los que asumirán el costo, ya que esperan atraer mayor clientela en un contexto de retracción del poder adquisitivo y de fuerte caída del consumo.
Por su parte, la Anses lograría que los gastos de sus beneficiarios entren a la economía formal y tributen. Emilio Basavilbaso, titular de la Anses, había anticipado a Perfil que estaban trabajando en un programa de descuentos.
Días atrás, el funcionario dijo "que el jubilado saque toda la plata y la meta en el bolsillo o abajo del colchón es un peligro, pero también atenta contra el sistema, porque es plata en blanco que se va al negro".
