Este martes se dará a conocer el veredicto en el juicio contra el exgobernador tucumano José Alperovich, quien enfrenta graves acusaciones por abuso sexual. La audiencia comenzará a las 13, en el edificio de tribunales ubicado en la calle Paraguay al 1500. El magistrado Juan María Ramos Padilla, del Tribunal Oral N° 29 de CABA, será el encargado de determinar si el político es culpable o inocente.
Alperovich tendrá la oportunidad de dirigirse al tribunal por última vez, si así lo desea, para dar sus últimas palabras antes de conocer su destino judicial. Esta decisión llega tras un juicio intenso que duró cuatro meses y por el que pasaron setenta testigos, incluyendo familiares de la víctima, peritos y colegas del entorno laboral tanto de la denunciante como del acusado.
El juicio, que comenzó el 5 de febrero, estuvo marcado por varios momentos clave. Al inicio del proceso, y siguiendo el consejo de su abogado Augusto Garrido, Alperovich decidió no declarar. Sin embargo, aprovechó el último día de la etapa testimonial para exponer su defensa, donde negó las acusaciones, aseguró que “no es un depravado” y que se trata de “una causa armada”. Esta declaración se produjo después de catorce audiencias que dieron paso a la etapa de alegatos.
La querella, representada por Pablo Rovatti y Carolina Cymerman del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos Graves del Ministerio Público de la Defensa, solicitó una condena de 22 años de prisión para el exsenador, bajo la calificación por abuso sexual con acceso carnal reiterado en seis oportunidades, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante en tres hechos a los que consideraron que debe ser tomados como uno solo.
Por su parte, el fiscal Sandro Abraldes exigió una pena de 16 años y medio por abuso sexual agravado por acceso carnal en seis oportunidades, y por haber cometido al menos tres hechos de abuso sexual, dos de ellos en grado de tentativa. Todo en concurso real, es decir, se debe considerar la pena por separado. Tomó como agravantes el sometimiento, la asimetría de poder y la autoridad que tenía como funcionario público, además del deterioro físico y psicológico que sufrió la denunciante.
En contraste, el abogado defensor pidió la absolución de su cliente, insistiendo en la inocencia de Alperovich. Garrido señaló que “los hechos denunciados no existieron” y aseguró que el testimonio de la joven se trata de un “relato aprendido y estudiado” para perjudicarlo.
Por otro lado, Ramos Padilla deberá resolver el pedido de la querella para dictar la prisión preventiva del acusado, en caso de ser condenado. Según explicó la abogada Cymerman a TN, se trata de una medida preventiva hasta tanto se confirme la sentencia en caso de que salga. La letrada considera que la gravedad de los hechos que se le acusa, sumado al riesgo procesal, constituyen un perjuicio para la denunciante.
A su vez, el juez tiene que decidir si aprueba el pedido de imputación de tres testigos de la defensa por el delito de falso testimonio. Se trata de Manuel Frías, que trabajó como mozo para el dirigente; Víctor Hugo Decataldo, empresario de transportes que también tuvo una relación sentimental con Sara, hija del acusado; y David Cayatta, exchofer del exmandatario provincial. De este último, el fiscal pidió la inmediata detención.