El Gobierno atrasa la designación del nuevo embajador en los Estados Unidos y espera concretar una visita de Donald Trump a la Argentina. En Nación sostienen que “el nombre no está definido todavía” y aseguran que se dirimirá en los próximos días en reuniones entre el presidente Javier Milei y el canciller Gerardo Werthein.
Milei será el anfitrión de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que se realizará el 4 de diciembre en Puerto Madero. Además, el jefe de Estado planea viajar el 20 de enero a Washington para participar de la asunción presidencial del mandatario electo en el Capitolio. Quiere mostrarse como aliado estratégico del líder republicano e impulsar acuerdos de libre comercio.
Es por eso que desde la Casa Rosada se demora el nombramiento del titular de la embajada argentina en Washington, que quedó vacante tras la designación de Werthein como canciller, en reemplazo de Diana Mondino. En Balcarce 50 sostienen que buscan un perfil “fuerte, que garantice el correcto acceso a la Casa Blanca”.
Entre los nombres que ya se descartaron como candidatos para el cargo están el del secretario de Deportes, Ambiente y Turismo, Daniel Scioli, y el senador bonaerense del PRO, Alex Campbell. Niegan también la designación del jefe de asesores del presidente, Demian Reidel. Uno de los candidatos que circuló por Balcarce 50 es el embajador ante la ONU, Francisco Tropepi, pero aún no lo confirman.
Milei quiere cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y espera que la llegada de Trump al poder facilite las negociaciones. Apunta a concretar un desembolso de US$10.000 millones con el organismo para acelerar la salida del cepo y avanzar hacia la competencia de monedas.
La Casa Rosada especula también con profundizar la coordinación militar con los Estados Unidos junto con el vínculo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA). En Balcarce 50 quieren comprarles nuevo equipamiento tecnológico para la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
El Ejecutivo busca reforzar la seguridad tras las amenazas de Irán a la Argentina por su apoyo a Israel. Pone la mira también sobre la construcción de la base conjunta en Ushuaia, que anunció el Presidente al comienzo de la gestión.
El mandatario confirmó que intervendrá el Ministerio de Relaciones Exteriores para que los diplomáticos voten siempre en línea con los Estados Unidos e Israel. Impulsó una auditoría interna y aseguró que desplazará a los que se opongan a su línea ideológica.
Quiere armar un “frente de resistencia” contra la agenda 2030 y las políticas económicas, sociales y ambientales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Reconoce como aliados estratégicos a los mandatarios Donald Trump (Estados Unidos), Giorgia Meloni (Italia), Viktor Orbán (Hungría) y Nayib Bukele (El Salvador).
Hubo euforia y corbatas rojas en referencia a la victoria de Trump en la Casa Rosada. Las utilizaron el asesor presidencial, Santiago Caputo; el vocero presidencial, Manuel Adorni; y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, entre otros. El jefe de gabinete, Guillermo Francos, apareció con corbata azul.
La Casa Rosada trabaja también en la visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la Argentina, que se realizará previo al G-20. Buscan impulsar además una reunión bilateral entre Milei y el mandatario chino, Xi Jinping, en el evento.