La Casa Rosada mira con atención la interna del Partido Justicialista (PJ) y delinea un escenario para las elecciones de 2025. El Ejecutivo quiere que Cristina Kirchner se imponga como líder del peronismo y ya prepara la estrategia discursiva.
La mesa chica de Balcarce 50 busca confrontar con la expresidenta porque cree que “atomiza la discusión política”. La llaman internamente “la jefa” y elogian su modelo de poder verticalista, pero critican sus políticas económicas y las del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
El Gobierno apunta a polarizar con el kirchnerismo para dejar afuera del debate a los partidos a los que califica de centro: Encuentro Federal, la Coalición Cívica y el ala de la UCR que lidera el senador Martín Lousteau. Quiere además elevar las fricciones internas dentro de esas fuerzas, como en las votaciones sobre los vetos a las leyes jubilatoria y de financiamiento universitario.
“Queremos blanquear las posturas y que quede en evidencia quiénes están a favor de las propuestas de Milei y quiénes no acompañan. Los que se alineen tienen chances de ser considerados para el armado. Trabajamos para que se acabe la vía del medio”, expresó un funcionario.
El Gobierno quiere además profundizar la disputa con el peronismo en la provincia de Buenos Aires. La mesa electoral trabaja para impulsar la figura de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y prepara actos para presentar La Libertad Avanza a nivel nacional en todas las secciones bonaerenses.
En Nación pretenden que el diputado de La Libertad Avanza José Luis Espert encabece la lista, pero sostienen que lo negociarán con el PRO, con el que ya fusionaron los bloques en la Legislatura. El armado bonaerense está a cargo del subsecretario de Integración Socio Urbana, Sebastián Pareja.
Fuente: TN