“Si las elecciones fueran hoy sacaríamos el 50% de los votos”. Fue apenas una jactancia de Javier Milei en Davos, pero en una Argentina donde todo es posible, una duda empezó a inquietar al sistema político, por el caótico calendario electoral, sumado al desconcierto sobre el futuro de las PASO: “¿Y si el Presidente firma un decreto y adelanta las elecciones?”.
La advertencia-temor cunde en el conurbano bonaerense, cerca de un intendente de la Primera sección electoral, con aire de río. Imposible saber si la idea alguna vez rebotó como un flipper en el “triángulo de hierro” que integran los Milei y Santiago Caputo, pero evidencia el estado de shock que perdura desde la irrupción de La Libertad Avanza en el poder. Hay un antecedente: en 2008 Cristina Kirchner adelantó las elecciones de octubre al 28 de junio.
El armador libertario en PBA, Sebastián Pareja, suele advertir en la intimidad, sobre todo en un escenario de ruptura con Mauricio Macri: “Estamos bien. La oposición es un caos. Pero, guarda, no hay que dormirse porque el peronismo se ordena en un segundo y funciona como un relojito suizo”.
Pareja sabe: lideró la juventud que militó el regreso de Carlos Menem en las presidenciales de abril de 2003. El almanaque parece un loop. El entonces presidente Eduardo Duhalde impulsaba al resistido Néstor Kirchner, amagó con una ley de lemas y finalmente logró que tres listas peronistas -terció Adolfo Rodríguez Saá- compitieran en las generales. Sin internas. “Encima nos metieron la lista de Ricardo López Murphy para sacarnos votos por derecha y nos embromaron”, se lamenta aún Pareja.
En el caluroso enero de 2003, la sede del PJ, de la calle Matheu, era un hervidero. Ahora, el peronismo hierve por dentro. Veintidós años después, Cristina Kirchner desembarcará en el histórico edificio que parió con fórceps la postulación de su esposo. Desde allí buscará ordenar y conducir una oposición fragmentada, pero que aún conserva como un puño apretado en el Congreso y la Legislatura bonaerense. Llega en ¿son de paz? con Axel Kicillof. El Gobernador dilata, hasta la exasperación K, la definición sobre si desdobla o no las elecciones. Él quiere (ser candidato presidente en 2027) y ella, no (ni desdoblar ni que llegue a la Casa Rosada sin su bendición). El intendente de Villa Gesell Gustavo Barrera se inmoló: “Hay que eliminar las PASO y desdoblar las elecciones”.
CFK se apoyó en el diputado afín a La Cámpora Alejandro Dichiara para dos misiones. “El Facha”, así le dicen al exintendente de Monte Hermoso, le consiguió la casa en línea de playa de Sauce Grande, donde la expresidenta pasó cinco días con su hija Florencia y su nieta Helena. Y le encargó que corriera la voz: “Cristina ordenó que le aprueben el presupuesto al Gobernador”. En La Plata, ni si inmutan. Lo único que les interesa es la autorización para el endeudamiento. “Los proyectos se trabaron porque a Axel le pedían cargos en la Corte, en el Ejecutivo y el fondo para los intendentes”, se desligan cerca de la expresidenta.
La hipótesis de un pacto entre la Casa Rosada y el kirchnerismo, adelantado el sábado por TN, tuvo ya un nuevo capítulo: la salida del procurador del Tesoro Rodolfo Barra. El plan sería que el Senado apruebe los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla y trabaría Ficha Limpia, que impide a Cristina Kirchner ser candidata. La Procuración de la Nación y del Tesoro integran el paquete de negociación que mantienen el libertario Sebastián Amerio y el cristinista Martín Mena. También la Corte bonaerense.
La Libertad Avanza zigzaguea el año electoral con una paradoja: el enemigo que más teme en el territorio aparece como el aliado circunstancial en el Congreso para liberarse del PRO. A uno lo respeta, al otro, no. Es la queja de Macri mientras Cristina Kirchner se regocija por “el trato” preferencial.
Milei está ATR. Atomizar. Totalizar. Radicalizar. Ese es el fin. Primero para correr a Macri del liderazgo y monopolizar la centroderecha, con la garrocha de los PRO conversos. Después para la batalla final ¿con Cristina Kirchner en 2027? “Si ella no quiere dar el paso al costado ahora es porque se está preparando para dentro de dos años”, se lamentan entre los intendentes que quieren a Kicillof en la Casa Rosada.
Las Fuerzas del Cielo están buscando intendentes peronistas para la vitrina que ya ocupan los del PRO Kravetz y Valenzuela. “No va a ocurrir”, se atrinchera en el conurbano. Fernando Gray, de Esteban Etcheverría, rechazó una invitación para entrar a la Casa Rosada. Fue el mismo día que Jorge Yoma quedó inmortalizado entre las palmeras. Julio Zamora, de Tigre, jura que no es violeta. Ariel Sujarchuk, de Escobar, suele decir: “Necesitamos armar un ´club de los normales´ para construir desde los temas en los que estamos de acuerdo y no desde la política del choque permanente”. En los últimos meses, se reunió con los PRO Guillermo Montenegro, Waldo Wolff, Ramón Lanús, y el gobernador cordobés Martín Llaryora. A La Libertad Avanza le alcanza con que todos vayan en listas separadas, como ideó Duhalde en 2003.
Juan Grabois llamó a una gran interna anti Milei, pero sin Sergio Massa ni Alberto Fernández: “El que gana conduce y el que pierde acompaña. Así de simple”. Fue antes de presentar su libro “Argentina Humana. Teoría y práctica para la justicia social en el siglo XXI. Un proyecto contracultural”. Para Milei, la “maldita justicia social”. “Menos mal que en el FISU está Pareja y no la motosierra de Federico Sturzenegger”, se ríen en serio en la pata peronista de los libertarios bonaerense. El FISU es el Fondo de Integración Socio Urbana, que financia de proyectos de integración socio urbana para los barrios Populares.