Todas las recomendaciones de los profesionales de la salud no fueron suficientes para evitar que algunos incautos miraran de frente el eclipse total de sol del 2 de julio. Tal fue el caso de al menos cuatro personas de la ciudad de Córdoba que quedaron con la vista dañada por mirar al cielo con el ojo desnudo.
Los pacientes en cuestión presentaban "ojos rojos, inflamación en los párpados y ardor con sensación de tener arenilla", todas reacciones consecuentes con la observación directa del eclipse, como precisó Mino Moretti, presidente del Instituto Oftalmológico de Córdoba y director del Hospital Rawson.
Otros cordobeses y visitantes que llegaron a esa provincia para mirar el fenómeno astronómico se las ingeniaron para crear sus propias pantallas y filtros para evitar lesiones oculares.
Moretti aclaró que las personas afectadas en Córdoba capital "se expusieron a mirar el eclipse accidentalmente" y ya recibieron "el tratamiento adecuado" para sus lesiones.
"Cada 24 horas se les realizarán controles y estudios de protocolos a la retina", aclaró el médico. Los estudios preliminares hechos a los pacientes demostraron que "no se observaron daños de gravedad" en sus ojos.
Y es que así como miles de personas planearon viajes con tres años de antelación para ver el eclipse, como fue el caso de quienes se reunieron en San Juan, muchos otros se encontraron sumidos en la más profunda oscuridad durante dos minutos y medio a las 17.40 del martes, y mirar al cielo fue su primer impulso.