A casi 10 años de la promulgación de la ley para prevenir la violencia de género, las cifras (que en este caso son víctimas fatales) asciende considerablemente. Según un levantamiento que realizó El Clarín, en marzo de 2015, para el año 2014 solo se registraron 36 muertes por femicidio, por lo que aseguraron que la incidencia de estos delitos era de una víctima cada 10 días en territorio argentino. Actualmente, una nueva investigación del Observatorio de Femicidios de Proyecto Generar, registró un total de 87 femicidios en los primeros 120 días del 2019.
Ese mismo estudio, reveló que el 95% de los homicidas estaban vinculados sentimentalmente a su víctima. El 52% eran su pareja, un 23% expareja, otro 7% se desconocen las causas y un 6% era su vecino. Por si fuera poco, también trascendió que el lugar más inseguro para la mujer es el hogar, pues el 74% de estos crímenes ocurrieron dentro de su casa.
Las localidades más peligrosas para las féminas son: la provincia de Buenos Aires, seguida por Córdoba y Chaco, con una incidencia de 42%, 9% y 6%, respectivamente, de femicidios en lo que va de año.
En ese sentido, la directora del Observatorio responsable de este alarmante estudio, Raquel Vivanco, destacó la inacción por parte de la justicia, pues el 20% de las asesinadas este año ya había realizado denuncias previas y el 16% tenían medidas de restricción de acercamiento, lo que evidencia una falta grave por parte de los cuerpos de seguridad, quienes están encargados de hacer cumplir dichas medidas.
Vivanco agregó: “Al menos 42 niños y niñas quedaron huérfanas, son víctimas colaterales de la violencia machista”.
Ante estos lamentables hechos es necesario revisar los aspectos sociales e interpersonales, que inciden en el desencadenamiento de este tipo de violencia contra la mujer. En ese sentido, la Asociación Civil Trama y el Instituto Abierto para el Desarrollo de Políticas y Estudio de Políticas Públicas elaboró un estudio llamado “Fragmentos de un discurso (no tan) amoroso”, en el cual analiza la forma de relacionarse de los jóvenes argentinos. Los celos, la indiferencia afectiva, el aislamiento, la presión y la amenaza son ejercidos, fundamentalmente, por los varones sobre las mujeres, situación que incide en su autoestima.
Además, el mal uso de las redes sociales y teléfonos celulares son desencadenantes de situaciones de violencia. Todo comienza cuando el chico le pide las claves del mail y el Facebook, de allí le pide que borre contactos o que use la aplicación del GPS para ubicarla en todo momento. Según el estudio, esto genera la mayoría de las peleas, pues no hay una valorización de la confianza y el diálogo en las relaciones.
Más regulaciones sin resultados
Para prevenir otro tipo de violencia contra las femeninas, el pasado mes de abril, el Senado aprobó la ley contra el acoso callejero de mujeres en la Argentina. La norma lo define como “aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual” que dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia o generen un ambiente hostil.
Con respecto a este tema, el Observatorio de la Violencia Contra las Mujeres Ni Una Menos indicó que el 100% de las mujeres que residen en Argentina han experimentado algún tipo de acoso a lo largo de sus vidas.
Por Escarlet Montoya