En una semana, Cristina Kirchner perderá formalmente el quórum en el Senado de la Nación. Por estas horas, el oficialismo trabaja para sofocar una revuelta interna encabezada por tres senadores que amenazan con crear un bloque, en principio, dentro del Frente de Todos, pero con mayor libertad de acción. Mientras tanto, en los próximos días negociará con la oposición la posibilidad de reducir el número de DNU que el Gobierno quiere blindar antes del recambio legislativo.
Quiénes son los senadores rebeldes y qué ofrece el cristinismo para mantener “la unidad”
Según señalan en el Frente de Todos, los senadores que amenazan con dividir bloque son Guillermo Snopek (Jujuy), Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos). En las tres provincias, el oficialismo sufrió durísimas derrotas (por más de 20 puntos de diferencia) en las elecciones legislativas del 14 de noviembre. También se sumaría a la movida el salteño Sergio Leavy.
La intención de los tres senadores no sería, sin embargo, dejar el Frente de Todos, sino sumar un bloque interno que cuente con mayor margen de movimiento, y que el FdT se convierta, por lo tanto, en un interbloque, como es el caso de Juntos por el Cambio.
Hasta ahora, el bloque que responde a Cristina Kirchner tenía 40 bancas, tres más que las 37 necesarias para alcanzar quórum. Desde el 10 de diciembre, pasará a tener 35 senadores. Una subdivisión generaría mayores inconvenientes para lograr el número necesario para sesionar.
Un primer inconveniente para las autoridades del FdT es que tanto Snopek como Espínola son representantes de provincias que están gobernadas por Juntos por el Cambio (por Gerardo Morales, en Jujuy, y Gustavo Valdés, en Corrientes, ambos radicales). Se abrieron conversaciones, en cambio, con el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, para intentar “disciplinar” al senador que representa a su provincia.
“Se está solucionando todo. En unos días va a salir quiénes son los presidentes de un par de comisiones y se va a aclarar todo”, señala en estricto off the record una alta fuente de la bancada oficialista.
En otras palabras, se ofrecieron autoridades legislativas a cambio de evitar la fisura. Sin embargo, otra fuente del bloque oficialista advertía anoche que -aunque “hay extrema confianza de que se van a mantener unidos”- esos puestos todavía no habían sido aceptados.
Negociaciones con la oposición y ofertas a los aliados: el oficialismo se prepara para la pérdida del quórum
“Vamos a tener que tener un comportamiento general más racional, más negociador, pero vamos a estar bien”, anticipan en la bancada oficialista de la Cámara Alta.
La vicepresidenta Cristina Kirchner emitió en las últimas horas un decreto de convocatoria para la sesión del 9 de diciembre en la que jurarán los nuevos senadores electos en los comicios del 14 de noviembre, y que entrarán en funciones a partir del 10 de diciembre.
Ese viernes, tras la jura de los senadores, se realizará la última sesión ordinaria con la vieja composición del Senado para tratar un paquete de temas acordados con la oposición relacionados con el turismo y la educación.
Sin embargo, el Senado tiene pendiente la aprobación final de los 116 Decretos que el Poder Ejecutivo dictó desde diciembre de 2019 y a los que el oficialismo ya les dio luz verde en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo.
Los decretos de Alberto Fernández incluyen medidas que van desde ampliaciones presupuestarias multimillonarias, aumentos jubilatorios discrecionales -previa suspensión de la fórmula- y las restricciones por el coronavirus.
Inicialmente, el Frente de Todos planeaba hacer valer su mayoría en el último día antes del recambio legislativo para evitar inconvenientes luego y aprobar el centenar de decretos. Finalmente, se abrió un espacio de negociación.
Entre lunes y martes se realizará una reunión de Labor Parlamentaria de la que participarán los jefes de bloque José Mayans (FdT) y Luis Naidenoff (Juntos por el Cambio) para discutir el temario.
El oficialismo estaría dispuesto a reducir el número de decretos a tratar o incluso subdividir los decretos por temáticas y tratarlos en sesiones posteriores. Sería un primer gesto a la oposición ante la perspectiva de cambio de composición de la Cámara Alta.
El Senado está integrado por 72 legisladores nacionales. El Frente de Todos pasará a tener 35 bancas, mientras que Juntos por el Cambio llegará a 31.
El Interbloque Federal seguirá con dos bancas, con Juan Carlos Romero (Salta) y Clara Vega (La Rioja), luego de la salida de la neuquina Lucila Crexell, que formará el “Movimiento Neuquino”. Al Senado se suma Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba), que responde al gobernador Juan Schiaretti. En principio, los cuatro senadores son más cercanos a la oposición que al oficialismo.
Fuente: TN