Pasaron 5 meses desde que el ministerio de Economía dejó trascender que, enviaría al Congreso un nuevo proyecto de blanqueo de capitales. El vínculo entre los legisladores del oficialismo y la oposición pasaba su peor momento y la tensión terminó de estallar cuando el Gobierno avanzó con el juicio político a la Corte Suprema. Ahora, en busca de dólares, Sergio Massa decidió finalmente presentar la iniciativa: la sigue esperando un parlamento difícil para el Gobierno.
La última vez que Diputados realizó una sesión fue el 19 de abril pasado, e incluyó un temario acordado con la oposición, sin proyectos demasiado conflictivos. Desde entonces, el oficialismo intentó realizar una nueva sesión de consenso, sin éxito. El Senado, por otra parte, incluso desde antes de la fractura oficialista, también tiene serias dificultades para sesionar.
Estaba previsto que el proyecto, como modifica normas tributarias, ingrese por la Cámara Baja. Sin mayoría, con el calendario electoral nacional en marcha y con buena parte de los legisladores de campaña en sus provincias, son bajas las posibilidades para cualquiera de lograr los 129 diputados necesarios para el quorum, incluso para avanzar con un temario de consenso.
Pero en el caso del proyecto de blanqueo que Sergio Massa decidió enviar ayer al Congreso se suma el hecho de que la iniciativa genera ruido en los principales bloques de Juntos por el Cambio. Aunque podría recibir apoyo de bancadas independientes y de otras aliadas del oficialismo.
Desde la Unión Cívica Radical salieron a bajarle el pulgar más rápido que el resto de sus socios de JxC. “A 6 meses de dejar el gobierno envían un proyecto de blanqueo de capitales. Lo principal para una iniciativa de este tipo es generar confianza (algo que DEMOLIÓ el oficialismo). ¿Quién va a querer entrar en un blanqueo de un gobierno que cae por un tobogán? ¿Algunos amigos?”, dijo, suspicaz, el jefe del bloque radical, Mario Negri, en Twitter.
Según pudo saber TN, Negri conversó en la tarde de este miércoles con algunas de las espadas económicas de Juntos por el Cambio, que a principios de mayo se reunieron en una cumbre en la Ciudad de Buenos Aires. Los economistas opositores consideraron improcedente avanzar con este proyecto sobre el final del mandato del Gobierno, pero además poco efectivo para el propio Gobierno.
“Es ‘coherente’ en el contexto de la desesperación del Gobierno de sacar dólares de donde sea. Pero incluso pudiendo aprobarse en el Congreso, en un proceso que lleva tiempo y el Gobierno necesita dólares ya”, dijo uno de esos economistas a este medio.
Antes de poder ir al recinto, la iniciativa debería ser tratada en las comisiones de Presupuesto y de Finanzas. “Es un absoluto sinsentido pensar en un programa de blanqueo con un gobierno que solo aspira a llegar, que ya dio por finalizada su gestión, y que no es que tiene poca confianza sino que genera desconfianza. El blanqueo está condenado a un fracaso”, dijo ayer el radical Lisandro Nieri, vicepresidente de la comisión de Finanzas.
En el otro sector que compone la UCR, Evolución Radical, fueron también contundente en el rechazo. “Estoy en contra de los blanqueos porque implican premiar a los que evaden y castigar a los que pagan en tiempo y forma todos sus impuestos. Además, después no cambia la economía, continúa la presión tributaria, la mala administración de los recursos públicos y se sigue generando dinero en negro, entonces en un tiempo llega otro blanqueo y se vuelve a iniciar el círculo”, dijo el senador Martín Lousteau, líder del espacio.
En la Coalición Cívica ya hace seis meses se habían manifestado en contra de los blanqueos, desde el punto de vista conceptual. “Es un blanqueo barato y desesperado, con las sospechas de coimas en las importaciones, nada nos garantiza que no sea para encubrir corrupción”, agregaba, anoche, uno de sus diputados.
Fuente: TN