Sección: Legislativas

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El Gobierno negocia con la oposición para no pasarla mal en el Congreso

Necesita de algunos votos extras para poder aprobar diferentes proyectos

El Gobierno negocia con la oposición para no pasarla mal en el Congreso

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, supo cuando se retiró del Congreso el pasado miércoles que el clima de rechazo a las políticas presidenciales persiste en la Cámara de Diputados. Antes de irse coordinó con Martín Menem, titular del Cuerpo, un encuentro que será clave en las intenciones futuras del oficialismo.

Este lunes, la denominada mesa chica de estrategia parlamentaria volverá a reunirse en la Casa Rosada a partir del mediodía. Se trata de Cristian Ritondo, Silvia Lospennato, Silvana Giudci del PRO, Menem y Gabriel Bornoroni de La Libertad Avanza y un representante del MID, el porteño Oscar Zago. Esta mesa la inauguró Javier Milei hace diez días junto a su hermana, la estratégica secretaria general de la presidencia.

Al oficialismo le espera una semana intensa en el Congreso Nacional. Las intenciones del Ejecutivo en Diputados son claras: bloquear la posibilidad que los sectores dialoguistas y la oposición más dura logren los dos tercios de los integrantes presentes de la Cámara y rechacen el veto de Javier Milei a la ley de Movilidad Jubilatoria.

Tarea difícil para la oposición, pero también para el oficialismo. El trabajo en conjunto está planeado. La Libertad Avanza, el Pro y el MID irán de la mano al recinto. Juntos alcanzan la suma de 77 diputados nacionales, aunque consideran que podrían perder al larretista Álvaro González. Sin embargo, suman, para consolidar ese número, a los ausentes del PRO en la sesión de junio, cuando la Cámara aprobó el proyecto de las jubilaciones.

A esos números le agregan a diputados que integran bloques menores: Carolina Píparo y Lorena Macyszyn de Buenos Aires Libre; Paula Omodeo del bloque Creo de Tucumán; los tres legisladores del bloque Independencia que responden al gobernador Osvaldo Jaldo; el economista de Encuentro Federal Ricardo López Murphy, y cuentan también con el acompañamiento de Lourdes Arrieta, del recientemente creado espacio Fuerzas del Cielo. Allí alcanzan una barrera de 83 diputados nacionales.

La Constitución en su artículo 83 es clara: “Un proyecto observado por el Poder Ejecutivo, retorna con sus objeciones a la Cámara de Origen y luego a la Cámara Revisora. Ambas vuelven a debatirlo, y si con dos tercios de votos confirman la sanción originaria, el proyecto es ley y el Poder Ejecutivo debe promulgarlo como tal”. Es decir que, de estar presente los 257 diputados, las dos terceras partes sería 171 legisladores. Para impedirlo, en principio, los libertarios deberán juntar, por el otro lado, 86 diputados.

Es allí donde se despliega la estrategia de la Casa Rosada por medio del jefe de Gabinete Francos, y sus contactos con los gobernadores, para buscar que algunos diputados voten en contra del rechazo al veto. O que directamente se ausenten del recinto, ya que los porcentajes del resultado de la votación es sobre los presentes en sus bancas, no sobre el total.

Francos mira a los diputados por San Juan que responden al gobernador Marcelo Orrego, a los ocho legisladores del bloque Innovación Federal que se referencian en los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Misiones, Hugo Passalacqua y de Río Negro, Alberto Weretilneck. Y, por supuesto, a los mandatarios de Juntos por el Cambio, los representantes radicales, como Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes) y del Pro, como Rogelio Frigerio de Entre Ríos. La influencia de estos referentes podría engordar la barrera contra el veto de Javier Milei.

Un panorama que le lleva tranquilidad a la Casa Rosada es que el entrerriano Francisco Morchio, el tucumano Mariano Campero y otros votarían a favor de mantener el veto o directamente se ausentarían, tal como hicieron en la pasada sesión.

Todas estas negociaciones se dan a pocos días de que el Ejecutivo envíe el Presupuesto 2025. El mismo será presentado el 16 de septiembre por Milei en el Congreso Nacional. Un hecho inusual, ya que los jefes de Estado envían a sus ministros de Economía para defenderlo. En este caso, el Presidente remplazará a Luis “Toto” Caputo. “Será un presupuesto disruptivo y centrado en el déficit cero. Un presupuesto equilibrado”, aseguraron a TN desde la bancada libertaria.