Los cruces políticos y las tensiones que vivió el plenario de comisiones que analizó los proyectos de ley de Bases y el Acuerdo Fiscal, desde este lunes se van a replicar en el recinto de la Cámara de Diputados.
Martín Menem convocó a los legisladores a las 11 de la mañana e iniciará una maratónica sesión que espera cerrar el martes con la aprobación de los proyectos. Los cambios concretados en los dictámenes de mayoría dejaron un poco más conformes al PRO, a los radicales, a la bancada de Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) y a los diputados provinciales nucleados en Innovación Federal. Es decir, a la oposición dialoguista. Ese panorama ya es muy diferente al que vivió LLA cuando, en extraordinarias, debatió la ley Ómnibus por primera vez. Esos acuerdos de último momento dejaron de lado al Banco Nación de las empresas públicas habilitadas a ingresar en un proceso de privatización.
Hubo nuevos cambios en la reversión de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y cambios en la modernización laboral, pero permanecieron algunas diferencias, principalmente, con la UCR, que planteará en el recinto el impuesto al tabaco, ya firmado con su disidencia parcial en el dictamen de mayoría. Lo mismo con eliminar lo referido a los aportes obligatorios a los sindicatos, mal llamado, dice la UCR, ”aporte solidario“, en el capítulo de Reforma Laboral.
El oficialismo hace “poroteos” de números para sancionar ambos proyectos. Entienden en las oficinas de las presidencias de la Cámara, del bloque libertario y de la comisión de Presupuesto que encabeza José Luis Espert, que tendrían garantizada la aprobación en general por casi 140 voluntades. Con menos consensos y reuniones en la votación de la ley de Bases en febrero pasado en general lograron sumar 144 votos a favor contra 109 en contra.
Los números finos se están concentrando en la votación en particular, capítulo por capítulo de las normas, principalmente por las disidencias marcadas en el dictamen de mayoría por la UCR y en los dictámenes de minoría presentados por bloques aliados como HCF, que diversificó sus posturas con presentaciones por parte de los socialistas de Santa Fe y de la Coalición Cívica.
Los libertarios están confiados, así se lo señalo a TN el diputado Lisandro Almirón, “a pesar de haber pasado por tantos tamices desde las sesiones extraordinarias de febrero, hay posiciones caprichosas de algunos sectores con intereses que van más allá de la norma en sí. Nosotros necesitamos fomentar inversiones, mostrar seguridad jurídica y un tratamiento responsable de los legisladores, ya que estamos siendo observados por toda la sociedad. Se hizo un trabajo enorme. Han trabajado fuertemente los partidos y frentes aliados, gobernadores que se han acercado, que han entendido, que empiezan a ver de una manera diferente que hay que acompañar al presidente (Javier Milei), y sobre todo en las cuestiones que tienen ver con el crecimiento del país, que hace falta desarrollar y tener mayor PBI para alentar el consumo y atacar, eso que muchos opositores están tratando de minimizar con la disminución de la inflación, y ahora empiezan a hablar de los índices de desempleo”.
Unión por la Patria planteó un dictamen de rechazo y sus integrantes argumentarán los motivos en el recinto. German Martínez, presidente de la bancada, ya adelantó en la red social X el porqué del cuestionamiento a la Reforma Laboral, preguntándose: “¿En serio quieren tratar el lunes una reforma laboral que la metieron sobre el pucho, no se debatió en comisiones y ni se escuchó a los laburantes?”, y lanzó otro interrogante, “¿quieren que el 1 de mayo los trabajadores conmemoren su día con una reforma laboral y volviendo a pagar ganancias?, ¿Tan perversos son?”, acompañando la publicación con varias fotos, entre ellas, mostrando una tapa del diario Clarín del año 2000 cuando el radicalismo de Fernando de la Rúa presentó su reforma laboral que terminó con denuncias de sobornos y fue conocida como Ley Banelco.
El Senado empieza a ser protagonista
El Gobierno nacional piensa además en el Senado. Esto quiere decir que confía en tener la sanción de la Cámara Baja. Hay un trabajo permanente que desarrolla, casi a diario, la vicepresidenta Victoria Villarruel con los legisladores nacionales. También motorizó reuniones en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos. Hasta allí fueron, los primeros días de abril, los senadores Bartolomé Abdalá y Ezequiel Atauche de LLA, Luis Juez del Pro, Juan Carlos Romero (Cambio Federal) y el radical Eduardo Vischi.
El riojano Juan Carlos Pagotto (LLA) le señaló a TN: “Vamos a ver como se plantea el debate, yo creo que no vamos a tener problemas porque con respecto al DNU (70/2023), muchos estaban de acuerdo en el fondo, pero no en las formas, acá ya estamos en las formas que muchos pedían, entonces vamos a ver. Nunca hay que adelantarse a los hechos, hay que esperar los resultados concretos de la discusión. Aspiro sí, a que sea una discusión con respeto dentro del marco de la lógica, no de los fanatismos que no nos han llevado a ningún lado. Un debate serio, consistente y con altura”.
En el Senado, UxP tiene 33 legisladores divididos en dos bloques, el Frente Nacional y Popular, de José Mayans, con 17 integrantes, y Unidad Ciudadana, encabezado por Juliana Di Tullio con 16. La mayoría son 37. El mes pasado, para rechazar el polémico DNU 70/2023 de desregulación económica, a UxP se le sumaron otros senadores de fuerzas provinciales y radicales como Martin Lousteau y Pablo Blanco. Todavía es apresurado saber qué sucederá en una hipotética sesión en la Cámara Alta para votar la ley Ómnibus y el Acuerdo Fiscal.
Mientras tanto, el ministro Francos viene reuniéndose con gobernadores provinciales, mas pensando en los votos en el Senado que en el debate que se inicia este lunes. Y ya se encontró en varias oportunidades con dos en particular, el santiagueño Gerardo Zamora y el catamarqueño Raúl Jalil. Allí hay cinco senadores que integran UxP: Claudia Ledesma, José Neder, Gerardo Montenegro, Lucía Corpacci y Guillermo Andrada.
Los mas avezados políticos argentinos saben que en las votaciones, en cualquiera de las dos Cámaras legislativas, son tan importantes los que votan los proyectos, como los ausentes. Eso lo aprendieron muy rápido los libertarios que llegaron a la política con poca experiencia.