Tras una jugada opositora y un mes intenso de debate, la Cámara de Diputados le dio este miércoles media sanción al proyecto de Boleta Única de Papel. Al proyecto, sin embargo, le queda un largo tramo por recorrer. El Frente de Todos busca bloquearla en el Senado, mientras la oposición ya intenta convencer a senadores oficialistas que apoyaron la iniciativa en el pasado.
Tras la aprobación en la Cámara Baja, el proyecto debe ser girado ahora a la Cámara Alta, donde a su vez deberá ser girado a las comisiones para iniciar su tratamiento. En el Senado manda Cristina Kirchner, y la vicepresidenta fue una de las primeras dirigentes en manifestarse en contra de la Boleta Única cuando inició la discusión en Diputados. En otras palabras, el oficialismo no tiene apuro para abrir su tratamiento y puede demorar los giros.
En el Senado se requieren 37 senadores sentados en sus bancas para eventualmente poder debatir cualquier proyecto en el recinto. El Frente de Todos tiene 35 legisladores propios, mientras que Juntos por el Cambio reúne a 33. En otras palabras, el interbloque opositor requiere cuatro senadores más para llegar al quorum.
Una de las que acompañará es la legisladora cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti, cuyo espacio también impulsó la iniciativa en Diputados.
Al apoyo se suma el rionegrino Alberto Weretilneck. Los dos diputados de Juntos Somos Río Negro también respaldaron la Boleta Única en Diputados. Sin embargo, según pudo saber TN de fuentes cercanas a Weretilneck, el senador propondría modificaciones: el exmandatario considera que el espacio en blanco presente en la Boleta Única para votar lista completa es perjudicial para los partidos provinciales que no llevan candidato a Presidente en las elecciones.
Eso abriría otra discusión: si el proyecto recibiera modificaciones en el Senado, deberá regresar a la Cámara de Diputados, donde los legisladores pueden avalar los cambios o, por la misma mayoría, insistir con el texto original de la iniciativa, que quedaría sancionada.
Eso, sin embargo, sería adelantarse. Considerando que Vigo y Weretilneck acompañarán, a la oposición aún le faltarían dos senadores para darle sanción en el Senado.
Las otras dos senadoras que no forman parte ni de Juntos por el Cambio ni del Frente de Todos son la riojana Clara Vega y la misionera del Frente de la Concordia, Magdalena Solari Quintana. Ambas funcionan, sin embargo, son aliadas recurrentes del oficialismo. Vega ya advirtió que el tema no es prioritario para la agenda de “la gente”; Quintana, por su parte, forma parte de un partido que rechazó la iniciativa en Diputados.
Cerca de la vicepresidenta Cristina Kirchner indicaron a TN que la iniciativa tiene muy pocas chances de prosperar en la Cámara Alta. Sin embargo, reconocieron: “Hay que ver, está muy finito todo”.
La oposición de Juntos por el Cambio -pudo saber este medio de importantes miembros del interbloque- ya abrió un diálogo con senadores oficialistas que presentaron proyectos similares o manifestaron su apoyo en el pasado.
Se trata de Edgardo Kueider (Entre Ríos), Guillermo Snopek (Jujuy) y Carlos “Camau” Espínola (Corrientes). Los senadores respondieron que primero querían ver cómo salía el proyecto de la media sanción de Diputados. Snopek, por su parte, ya dio una mala señal: puso como condición que primero se apruebe la Boleta Única en su provincia, Jujuy.
Por otra parte, luego de que la propia Cristina Kirchner rechazara el proyecto, sería una jugada “peligrosa”, para cualquier senador oficialista, cortarse solo.
Incluso si no hubiera posibilidades de éxito, la oposición tiene intenciones de por lo menos hacerle pagar al oficialismo el costo político de un rechazo . “Vamos a promover hasta las ultimas consecuencias su sanción, que se trate y se despache”, dijo a TN Alfredo Cornejo, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio.
Ahora bien, si el “milagro” opositor se produjera, aun así la Boleta Única podría encontrar luego nuevas trabas. En las últimas semanas circuló en el Congreso el rumor de que el propio presidente Alberto Fernández podría vetar una eventual norma. En el Ejecutivo los desmintieron.
Pero sí podría, en cambio, demorar la reglamentación. Durante el debate en Diputados, Patricia García Blanco, secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior -encargado de la logística de las elecciones-, manifestó el rechazo del Poder Ejecutivo al proyecto.
“La elección presidencial es el momento menos propicio para introducir un cambio de esta magnitud, porque crea incertidumbre al momento de elegir la primera magistratura”, dijo Blanco. En otras palabras, la eventual ley podría no llegar a aplicarse en las elecciones del 2023.
Fuente: TN