Además de las fatales estadísticas, se han reportado 218 personas que permanecen desaparecidas, mientras bomberos y pobladores excavan para intentar encontrar sobrevivientes de la tragedia, informó la secretaría de la Defensa Civil del estado de Río de Janeiro.
Este viernes, al cuarto día de la tragedia, la ciudad registró escenas de angustia masiva con el encendido de las sirenas de alerta de derrumbe a las 5 de la madrugada a raíz de las lluvias en medio del trabajo de los bomberos en las montañas de lodo.
El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló este viernes Petrópolis y comparó lo que vio a un "escenario de guerra".
Vecinos de Petrópolis reclaman en las redes sociales que hay poca cantidad de bomberos en los lugares de búsqueda pero el gobernador de Río, Claudio Castro, explicó que existen limitaciones técnicas por temor a nuevos derrumbes.
También se produjeron reclamos en el Instituto Médico Legal, la morgue, donde incluso hubo denuncias de lentitud en los procesos de identificación de víctimas por falta de insumos.
Los trabajos se suspendieron el jueves por la tarde a raíz de alertas de nuevos deslizamientos de tierra.
Historias de familias destruidas, sepelios masivos en el cementerio local y desesperación por encontrar comida en medio de la basura están marcando las horas de esta comarca serrana ubicada a 68 kilómetros de Río de Janeiro, que es una ciudad de turismo histórico porque allí era la estancia de invierno la familia imperial que gobernó Brasil hasta 1889.