Este recorte llevará al país a recibir al número más bajo de refugiados desde que comenzó a funcionar el programa actual en 1980 y representará una nueva reducción dentro del mandato de Trump, publicó la agencia de noticias DPA.
El comunicado detalló que entre los 18.000 refugiados se destinará un cupo especial de 4.000 para iraquíes y otro de 1.500 para personas que escapan de los tres países más violentos de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.
Los 12.500 restantes estarán reservadas para personas que temen ser perseguidos por razones religiosas, étnicas o políticas, y aquellos referidos por el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, explicó anoche que esta nueva reducción se basa en "el compromiso de tomar decisiones basadas en la realidad, no en deseos, y de impulsar resultados óptimos basados en hechos concretos".
"Abordar los problemas centrales que alejan a los refugiados de sus hogares ayuda a más personas y más rápido que reubicarlos en Estados Unidos", agregó.
En su último año de mandato, 2016, el ex presidente Barack Obama aprobó el ingreso de 85.000 refugiados, una cifra que Trump ya recortó en su primer año en la Casa Blanca a 53.000, según un informe presentado en marzo por el Departamento de Seguridad Nacional.