Rusia afirmó este miércoles haber realizado con éxito el primer ensayo del misil balístico intercontinental Sarmat, un arma de nueva generación y muy largo alcance que según el presidente Vladimir Putin es "capaz de derrotar todos los sistemas antiaéreos modernos" y de representar una advertencia a los enemigos de su país, mientras Estados Unidos aclaró que sabía del procedimiento y que no lo considera una amenaza.
"Se trata de un arma única, que reforzará el potencial militar de nuestras fuerzas armadas, garantizará la seguridad de Rusia frente a las amenazas externas y hará reflexionar dos veces a quienes amenazan a nuestro país con una retórica desenfrenada y agresiva", sostuvo Putin al hacer el anuncio de la prueba por televisión.
Esta arma forma parte de una serie de otros misiles presentados en 2018 como "invisibles" por Putin, entre ellos los hipersónicos Kinjal y Avangard, consignaron las agencias de noticias AFP y Sputnik.
En marzo, Moscú aseguró haber utilizado el Kinjal por primera vez contra objetivos en Ucrania.
El Sarmat, con un peso de más de 200 toneladas, logra en teoría mejores resultados que su predecesor, el misil Voevoda de 11.000 kilómetros de alcance.
En 2019, Putin dijo que el Sarmat no tenía "prácticamente ningún límite de alcance" y era capaz de "apuntar objetivos a través de los polos norte y sur".
Las autoridades castrenses refirieron que el sistema Sarmat se pondrá en breve al servicio de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica.
Estados Unidos, en tanto, aclaró que no considera una amenaza a la prueba rusa, y reveló que había sido “debidamente" notificado, en virtud de las obligaciones que le impone el tratado nuclear, por lo que "no fue una sorpresa".