En Xuzhou, China, un niño de dos años que jugaba con su abuela cayó dentro de un pozo sin agua de 40 centímetros de diámetro que estaba mal tapado.
Los rescatistas utilizaron cinco excavadoras para remover la tierra alrededor del hueco y extraer un tubo de cemento que obstaculizaba el acceso al menor. Mientras lo mantenían hidratado y conectado a un respirador.
Tras dos horas de esfuerzos un bombero pudo bajar de cabeza con una soga para sacar al menor que ahora se recupera en el hospital
Fuente: CNN