El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue reelecto este domingo en segunda vuelta con el nivel de abstención más alto en los últimos 53 años. Por su parte, Marine Le Pen, elevó la adhesión a la extrema derecha por encima de 40%.
Macron obtenía 56,5% de los sufragios válidos contra 43,5% de Le Pen, informó el Ministerio del Interior cuando se había completado 90% del escrutinio.
De todos modos, los resultados de encuestas a boca de urna, divulgados apenas se cerraron los comicios y que dieron a Macron una ventaja levemente mayor (58,2% a 41,8%), fueron considerados definitivos por los dos contendientes, que no esperaron los guarismos oficiales para pronunciarse.
Hace cinco años, Macron también había derrotado a Le Pen en balotaje, pero entonces el actual mandatario había reunido 66,1% de los sufragios.
De hecho, el jefe del Estado admitió el descontento que posibilitó tanto la alta abstención como la mejora de la performance de Le Pen, y agradeció a quienes lo votaron solo para impedir el acceso de la extrema derecha al gobierno.
La abstención, de entre 27,8% y 29,8% según diversas estimaciones, se ubicó en el nivel más alto para un balotaje desde 1969, cuando alcanzó a 31,3%.
Macron es el primer presidente reelecto desde 2002, cuando los franceses ratificaron al conservador Jacques Chirac. Entonces, Chirac derrotó, también en balotaje, al ultraderechista Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine.
El triunfo del mandatario de 44 años, del partido centrista La República En Marcha (LREM), significa la continuidad de un dirigente europeísta, lo que quedó reflejado en las inmediatas reacciones de varios de los gobernantes de la región.