Lo que al principio no parecía ser preocupante para algunos países que investigan a fondo las mutaciones, los efectos y la velocidad de la propagación del SARS-CoV-2 pasó a ser ahora una amenaza. Según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), estudios preliminares demuestran que la variante india (la B.1.617), que ya se extendió a más de 30 países en el mundo, se propaga más fácilmente que otras cepas y requiere más investigación.
La OMS la clasificó como una variante de “preocupación mundial”. Fue descubierta en octubre del año pasado, y aún se estudia si es la causante de los elevados contagios de covid en la Indias (22,6 millones de casos positivos desde el comienzo de la pandemia) y la alta mortalidad de sus habitantes: ya hay a 246.116 fallecidos como consecuencia del virus.
Ese país vive una trágica situación epidemiológica y los números son récord: se han reportado más de 3.000 muertes diarias relacionadas con el COVID-19 desde el 28 de abril. Sólo el 2,75% de la población -de 1.300 millones de personas que habitan en ese país- está completamente vacunado, según un comunicado de prensa emitido por el ministerio de Salud indio.
La situación es desesperante. Muchas personas mueren en las calles sin ni siquiera llegar a ser atendidas. Faltan insumos, medicamentos, oxígeno y ya no hay camas en las unidades de terapia intensiva. Los hospitales están desbordados, al igual que los servicios funerarios, lo que lleva a muchas familias a tener que despedir a sus familiares en crematorios improvisados. En tanto, los parientes de los afectados usan las redes sociales para pedidos de ayuda internacional y en busca de camas disponibles y tubos de oxígeno.
Varios países, como Inglaterra, estudian a fondo la cepa india, pero hasta ahora no era de gran preocupación. Sin embargo, la OMS la consideró tan peligrosa como las variantes inglesa, sudafricana y la de Manaos, Brasil.
Según informaron, la B.1.617 pasó de ser una variante de interés a una de preocupación ya que mostró evidencia de cumplir al menos uno de varios criterios, entre los que se incluyen que se transmita con mayor facilidad que otras cepas, que provoque una enfermedad más grave, que muestre una neutralización reducida por anticuerpos o eficacia reducida ante los tratamientos y vacunas.
En ese sentido, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el mundo sigue en una “situación peligrosa” y que relajar las medidas de prevención “demasiado pronto” puede desatar una escalada de contagios.
“A nivel global, seguimos en una situación peligrosa. El aumento de la socialización, junto a la relajación de medidas preventivas y la vacunación inequitativa, sigue siendo vector de transmisión del coronavirus”, alertó. Tal advertencia la hizo luego de que varios países de Europa y América suavizaran sus restricciones debido al avance del plan de vacunación.
En esa línea, Adhanom Ghebreyesus consideró que hay que seguir teniendo cautela frente a las nuevas variantes del virus: “Incluso en los países con las tasas de vacunación más altas, las capacidades de salud pública deben fortalecerse para prepararse para la posibilidad de variantes que resistan la vacuna y para futuras emergencias”, señaló.
Para él, “llegará un momento en el que no necesitemos llevar mascarillas ni mantener la distancia de seguridad y podamos participar de eventos deportivos, reuniones y restaurantes”, aunque aclaró que “todavía no estamos en esta situación”.
Otro de los puntos en los que hizo hincapié durante la última conferencia de prensa fue en la necesidad de solidaridad y cooperación de los países más ricos hacia los de medianos y bajos ingresos. Ante la pregunta sobre la llamada “diplomacia de vacunas” de Rusia y China, el director de la OMS consideró que ese tipo de políticas dificultarán la salida de la pandemia: “La diplomacia de vacunas no es cooperación, es maniobra geopolítica. No podemos vencer este virus haciéndonos competencia. Si competimos por los recursos o por una ventaja geopolítica, es el virus el que toma ventaja”.
Los países ricos han almacenado cinco veces más vacunas de las que necesitan, según reveló la Organización Panamericana de Salud (OPS). Un ciudadano estadounidense o europeo tiene “63 veces más posibilidades de vacunarse que uno de América Latina”.
A pesar de que la cifra de infecciones por covid se estabilizó en el mundo en las últimas semanas, Tedros sostuvo que aún es tan alta como para que el número resulte “inaceptable”. “En todas las regiones, hay ciertos países donde la tendencia todavía es hacia arriba”, advirtió.
Fuente: TN