A 12 años del tsunami de marzo del 2011 que dañó la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi, Japón comenzará a verter en el Océano Pacífico el agua contenida en los tanques que se utilizaron para enfriar los reactores dañados tras el desastre natural. A pesar de las críticas y los cuestionamientos, el gobierno japonés no dará marcha atrás y liberará más de un millón de toneladas.
Esta información fue confirmada por el Fumio Kishida, aunque la noticia no fue bien recibida por China ni pescadores regionales. "El Gobierno chino insiste en que la gente debería ser lo primero, y seguirá tomando las medidas que considere necesarias para salvaguardar la seguridad alimentaria y la salud de los ciudadanos chinos", señalaron desde China, Wang Wenbin, el portavoz de Exteriores.
El plan para poder verter el agua contenida en los tanques se viene conversando con la empresa dueña de las central nuclear Tokyo Electric Power desde hace varios años. En conjunto, aseguraron que se van a garantizar la seguridad del vertido, sobre la actividad que realizan principalmente pescadores de la zona.
A su vez, el director del Departamento de Tecnologías de Fusión y Seguridad Nuclear de la Agencia Nacional para las nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo económico sostenible (ENEA) de Italia, Alessandro Dodaro, aseguró que la liberación de agua no supone ningún riesgo para el medio ambiente ni para la salud humana.
"La cantidad de material radiactivo está en niveles tales que no tendrá ningún impacto en el medio ambiente. No hay riesgos, los niveles de radiactividad son muy bajos y la comunidad científica es unánime al afirmarlo", aseguró Dodaro.
De esta forma, se prevé la inminente liberación de una parte del agua contenida en los aproximadamente 1.000 tanques presentes en la central de Fukushima que fueron utilizados en los últimos años para enfriar los reactores dañados tras el tsunami de marzo del 2011.