La exhumación de los restos del ex dictador general español Francisco Franco comenzó el jueves.
El Gobierno español anunció esta semana que trasladaría los restos de Franco del gran mausoleo donde fue enterrado en 1975 al cercano cementerio estatal de Mingorrubio en El Pardo, a 19 kilómetro al norte de Madrid, donde está enterrada su esposa.
A pesar de la negativa del gobierno a autorizar dos manifestaciones, unos 200 simpatizantes de Franco protestaron contra un bloqueo policial cerca del cementerio de Mingorrubio. Personas de todas las edades sostenían banderas y carteles en español que decían “Franco, ¡gracias!” y “Unidad Nacional”.
La exhumación de Franco es un tema que ha dividido la opinión en España durante décadas y ocurre después de una batalla legal de un año entre el Gobierno socialista provisional del primer ministro Pedro Sánchez y familiares de Franco.
La exhumación fue una de las promesas de política clave de Sánchez cuando llegó al poder el año pasado y el Partido Socialista titular hizo un decreto real en agosto de 2018. La familia de Franco y sus partidarios de extrema derecha se opusieron al plan y la familia apeló sin éxito la decisión en los tribunales.
No se permitió la presencia de representantes de los medios en la basílica del Valle de los Caídos, pero entre los que presenciaron la exhumación se encuentran el ministro de justicia de España, un experto forense, un sacerdote y 22 de los descendientes de Franco.
El dictador se encontraba debajo de una lápida de 1.500 kg que cubre el ataúd, y también está encerrado en una estructura de zinc.
Fuente: CNN