Los fiscales del caso sospechan que la mujer conducía el vehículo desde el que partieron los disparos que mataron al exintegrante de Los Pumas.
Una mujer permanece detenida desde el sábado acusada de participar en el asesinato del exrugbier argentino Federico Martín Aramburu durante una pelea callejera en el centro de París, reveló hoy una fuente de la investigación.
La policía francesa continúa ahora en la búsqueda de dos hombres, uno de ellos militante de ultraderecha, también responsables del hecho ocurrido en la mañana del sábado a la salida de un bar en el distinguido distrito 6 de la capital.
La brigada penal que promueve la investigación identificó a un activista de ese perfil ideológico, con antecedentes de violencia, quien presuntamente fue autor de los disparos que mataron a Aramburu.
El argentino recibió cuatro balazos: uno en la columna, el segundo en la nuca, el tercero en el muslo derecho y el último en el flanco izquierdo.
La prensa local reveló que las autoridades están detrás de un sujeto llamado Loïc Le Priol, exsoldado y miembro del Union Defense Group (GUD), una organización estudiantil de ultraderecha disuelta en 2017 pero muy activa durante las décadas de los '70 y '80 en las facultades.
En 2015, Le Priol estuvo implicado en una golpiza a punta de pistola a otro exmiembro de GUD, revela el diario.
El incidente que derivó en el asesinato del argentino se produjo el sábado a las 6.15 en el local gastronómico Le Mabillon, del barrio de Saint-Germain, al que había asistido con el francés Shaun Hegarty, su socio comercial y también excompañero en el club Biarritz Olympique.
El hecho
Los exrugbiers iniciaron una discusión por un motivo trivial con dos hombres que se ubicaban en una mesa contigua y se invitaron a pelear sobre el boulevar Saint-Germain. Los golpes terminaron cuando uno de ellos exhibió una pistola automática, según testigos.
Minutos después, Aramburu y Hegarty caminaban por el boulevar Saint-Germain en dirección al boulevard Saint-Michel cuando se les aparejó un vehículo marca Jeep, de aspecto militar y conducido por una mujer, del que se detonaron entre cinco y seis disparos.
El argentino, de 42 años, padre de dos hijos, recibió cuatro impactos de bala y murió antes que los rescatistas llegaran al lugar para socorrerlo.
