Luego de la primera parte del especial que hizo Wanda Nara con Susana Giménez, la empresaria se mostró mucho más relajada en la segunda entrega en la que recorrieron París: la hermana de Zaira y la conductora recorrieron el Sena, pasearon por los negocios y hasta fueron a un parque de diversiones con Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella. Sin embargo y a pesar de que las rubias estuvieron entretenidas, quedó tiempo para referirse al escándalo con Mauro Icardi y la China Suárez.
Las mujeres estaban paseando con Lamborghini del futbolista por las calles de la ciudad de las luces cuando Nara dijo que a su marido le había gustado la primera parte de la nota que habían hecho. “Fue difícil, nunca tuve nervios en ninguna entrevista y acá sí. Va a estar el que me pegue, que diga que hablé poco”, se sinceró y dijo que no necesitaba contar más que lo que pasó para que cada uno sacara sus conclusiones y que seguro habrá gente que se sentirá identificada con la historia.
De inmediato, sin nombrarla, Wanda se refirió a la china Suárez con un fuerte recordatorio: “El problema es que estamos hablando de una persona que no fue un caso aislado, es reiterado, no es el primer caso”. “Hubo varias separaciones me decís”, dijo Susana como quien no quiere la cosa.
“Sé que ella te llamó”, dijo la conductora y tras un extenso suspiro que la dejó pensativa, la mayor de las Nara dijo que no, que había sido ella quien se contactó con la actriz. “¿Te quedaste con algo?”, quiso saber la diva y sin responder, la mamá de Valentino, Constantino, Benedicto, Francesca e Isabella confesó que esta vez no había estado tan educada a la hora de charlar.
Aunque no dio más detalles de la charla, analizó: “La libertad tuya termina cuando lastimas a otra familia, están mis hijas”. Indirectamente además se refirió al frustrado encuentro íntimo entre su marido y la ex Casi Ángeles: “Por algo pasaron las cosas que pasaron y hubo un Dios de su lado (Icardi) si quería estar conmigo, porque podría haber sido peor”.
En el especial que subió el martes Paramount+ además analizaron el look de Mauro. “Anda con la boina esa todo el tiempo, desde que lo llevaste al campo”; señaló la diva. Pero al parecer el gusto del futbolista por la vida rural venía de antes, según el testimonio de su esposa. “Se enamoró del campo, pero es de siempre igual”, dijo Wanda y explicó que su pareja, por tener contratos con marcas, se tenía que vestir con tachas: “Y hoy, cuando una marca lo quiere, me dice ‘no, la boina no me la saca ninguna marca’”. “Está poseído por la boina”; concluyó Giménez entre risas.
“Le encanta ese look, pero él no quiere ser el dueño del campo, a él le encanta ser el que trabaja en el campo, él ama cortar el pasto, el tractor”, reveló Wanda. “Es el marido ideal”, apuntó la diva, pero la dueña de casa siguió de largo el tema y marcó diferencia. “Yo soy la que le gusta estar en el campo, pero tomar un cafecito...”, señaló.
En el encuentro que habían tenido antes las dos mujeres, habían hablado mucho más del escándalo. “Estábamos en un campo, estaban las nenas andando a caballo y busqué una foto en el teléfono. “Ahí vi pantallazos de un chat con una mujer muy famosa que ya saben”, señaló Nara en referencia a la China, a quien nunca mencionó.
“Vos eras amiga de la China”, afirmó Susana, aunque Wanda marcó un límite. “No era amiga, tenía buena relación, cordial. Mi enojo fue una mirada machista, de echarle la culpa a la mujer. Después tomé distancia, y admiro que una mujer pueda ser libre. Yo soy una mujer chapada a la antigua: para mí un mensajito es divorcio”, reconoció, y se imaginó en la situación opuesta. “Los mensajes no los hubiera escrito y no me gustó que no me hayan contado del otro lado”; respondió sin dar demasiados detalles. “Nunca tuvimos problemas de este tipo, te lo puedo jurar por mis cinco hijos. Cuando vi el mensaje, agarré mis cinco hijos y en el primer avión me fui a Italia. Y él se vino en el avión atrás mío”.
Fuente: Infobae