Con el primer desembolso del FMI engrosando las reservas del Banco Central y un debut exitoso del nuevo esquema cambiario, el presidente Javier Milei se permite una licencia en la gestión y se calza el mameluco de campaña. El martes tocará suelo bonaerense para cerrar el congreso libertario en el Salón Vonhard de La Plata y al día siguiente se zambullirá, un poco más, en la campaña porteña. Las elecciones de octubre son para el Gobierno la llave para las reformas de “la tercera fase” que, ahora, también le exige el Fondo Monetario.
Si bien terminarán de definirlo en una reunión de comando de campaña el lunes, a esta hora todo indica que el Presidente estará con Manuel Adorni en Parque Rivadavia el miércoles a las seis de la tarde. Aunque está la opción de hacerlo en Palermo, en la Libertad Avanza (LLA) se inclinan por Caballito. En ese parque, Milei tuvo un encuentro exitoso con los vecinos en junio de 2021, tiempo de barbijos, cuando era candidato a Diputado nacional por la Ciudad.
Esta vez, la idea es diferente. Por cuestión de tiempos y seguridad del Presidente, argumentan, el plan es que Milei llegue al parque a las seis de la tarde y haga una caminata muy corta hasta el lugar en el que se montaría el escenario. Él y Adorni serían los únicos oradores, pero “queremos que también vayan ministros. Sería ideal que pudieran estar “Toto” (por Luis Caputo, Ministro de Economía) y Bullrich (Patricia, ministra de Seguridad)”, contó uno de los organizadores. Caputo, sin embargo, estaría de viaje en Estados Unidos.
Se sabe, la elección local de la Ciudad se convirtió para LLA en la gran batalla del proceso electoral de este año. Para el Gobierno, el 18 de mayo lo importante no son las bancas que consiga en la Legislatura, sino su triunfo o fracaso frente al PRO de Mauricio Macri. De eso depende, entienden en la Rosada, quién será el que defina los términos (armado de listas) de un acuerdo nacional que le permita al oficialismo aumentar su volumen en el Congreso.
Decíamos acá, hace unas semanas, que el Gobierno nacional busca duplicar el número de bancas que tiene en Diputados –se entusiasman con llegar a 80, hoy tienen 37– y llegar al menos a 12 senadores. En las elecciones del 26 de octubre se renuevan 24 senadores, ninguno de LLA, de siete provincias (Salta, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro y CABA). Y en Diputados, hay recambio de 127 bancas, de las cuales solo 8 son de LLA, mientras que el peronismo pone en juego 46 y el PRO 22.
Si bien la decisión de avanzar mediante DNU y la alianza legislativa con el PRO y algunos gobernadores peronistas, le permitieron al Gobierno avanzar en algunas modificaciones clave para la gestión en este primer año y medio, en la Rosada saben que sin más bancas propias en el Congreso les será imposible llevar adelante las reformas pendientes.
“Para diciembre vamos a empezar a hablar de esos temas. De todos, reforma previsional, reforma de la ley del trabajo de las leyes del trabajo en general no solamente la ley de contrato de trabajo y asociaciones profesionales y la reforma del sistema tributario argentino”, aseguró, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos esta semana en TN.
Esas reformas son, justamente, las que el gobierno argentino se compromete con el FMI a llevar adelante. La necesidad de concretar estos cambios es advertido en distintos fragmentos del texto del acuerdo con el fondo. En el punto 49 de las evaluaciones del Staff, por ejemplo, se advierte: “El consiguiente apoyo más amplio al programa económico será especialmente importante en futuras revisiones, ya que muchas de las medidas estructurales del programa (reformas tributaria, de coparticipación de ingresos, de pensiones y laboral, esenciales para mejorar la calidad y la durabilidad de la consolidación fiscal y fomentar la competencia) requerirán el apoyo del Congreso”.
A diferencia del gobierno de Macri, por ejemplo, el de Milei tiene allanado el camino para plantear la reforma laboral. Los sondeos indican que la sociedad no rechaza de plano el término y encuentra que podría ser una manera de conseguir el empleo registrado que hace tiempo buscan y no encuentran. Asimismo, la oposición y hasta los sindicatos admiten que es necesaria una actualización de la legislación laboral. Cuáles son esos cambios y en qué sentido debe ir la “actualización”, es otro cantar y será objeto de fuertes debates.
Distinta es la historia con la reforma previsional, ahí el Gobierno no está pensando tanto en una vuelta a las AFJP de los ’90 como se dijo en un momento, sino en un aumento de la edad jubilatoria. Temas urticantes si los hay. Para llevar adelante estas reformas estructurales, Milei deberá no solo tener un gran desempeño electoral en las Legislativas del 26 de octubre, sino también aceitar el diálogo con sus aliados en el Congreso y no perder ni medio punto de apoyo popular. El desafío está planteado.