En la recta final hacia la elección de nuevas autoridades del Partido Justicialista, Cristina Kirchner y Ricardo Quintela tienen plazo hasta este viernes para hacer cambios en sus listas, corregir errores e incluso definir la fusión, una posibilidad -por estas horas- descartada casi por completo.
Mientras la expresidenta se recuesta en el armado de La Cámpora, que salió fuerte a militar su lista en el conurbano bonaerense, el gobernador de La Rioja sigue sumando millas en su recorrida por el país, “cerca de cada militante, escuchando y hablando con los compañeros”, dijo en TN.
Y, aunque reconocen que juega en desventaja, en el entorno del riojano creen que todo es ganancia, por la proyección nacional que le da una interna inédita para el peronismo, por plantarse ante el avance de Cristina Kirchner y por no mostrar debilidad.
La condición para sostenerlo es que logren dejar los agravios y los golpes bajos fuera de la contienda, pero es otra de las posibilidades descartadas casi por completo. Además, buscan que el riojano no siga perdiendo nombres en su lista, por eso algunos siguen poniendo sobre la mesa la opción de bajar su candidatura.
Si nadie se baja, el peronismo se encamina a una interna inédita
Tras el frío encuentro de Cristina Kirchner con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en La Plata, el ala dura k desplegó un amplio operativo para lanzar mesas promotoras “Cristina Presidenta” en distintos partidos de la provincia de Buenos Aires (La Matanza, Lanús, San Vicente, Quilmes, Cañuelas, Luján), pero también en Misiones (Posadas) y en Corrientes (Bella Vista).
La expresidenta -que armó una especie de comando de campaña en el Instituto Patria- no encabezó ninguno de los encuentros que organizaron este jueves desde su lista “Primero la Patria”, a diferencia de Quintela, que en el marco de una agenda que tiene previsto recorrer el país antes del 17 de noviembre -fecha prevista para las elecciones internas- estuvo esta semana en Córdoba.
Jorge Yoma -apoderado de la lista “Federales, un grito de corazón”, que lleva al riojano como candidato a presidente del PJ- cuestiona la conformación de la Junta Electoral partidaria y pide que se aclaren los detalles sobre cómo se va a llevar adelante la elección.
“Ayer se reunió por primera vez la Junta Electoral por Zoom. No sabemos dónde vamos a votar, cuántas urnas van a estar habilitadas, quiénes son los presidentes de mesa, quién va a controlar”, dijo este jueves en TN, puso en duda que en tres semanas se pueda resolver todo para “garantizar transparencia” para los 3,2 millones de afiliados y ratificó que Quintela “no se baja”. De realizarse la interna, tendría un costo cercano a los $600 millones.
Los apoderados de ambas listas cruzaron cuestionamientos sobre los nombres que las conforman. Un día antes de que venza el plazo, Cristina Kirchner formalizó la suya, que incluye entre sus vicepresidentes a los titulares de bloques de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans, y en Diputados, Germán Martínez.
Por su parte, el riojano consiguió el apoyo público del gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, uno de los mandatarios peronistas con muy buen diálogo con el Gobierno de Javier Milei. También sumó por lo bajo al salteño, Gustavo Sáenz, que dijo que “Cristina Kirchner ya tuvo su oportunidad, ya cumplió un ciclo”; al catamarqueño, Raúl Jalil, y hasta el cordobés, Martín Llaryora, que públicamente deja al peronismo cordobés prescindente de la interna del partido. Todos con línea directa con Casa Rosada.
