Hasta ahora, las elecciones provinciales tienen una exacta lógica política: triunfan los gobernadores que reeligen o vence el candidato que pertenece al partido hegemónico. Sucedió con Juan Schiaretti en Córdoba (PJ), Gerardo Morales en Jujuy (UCR) y Omar Gutiérrez en Neuquen (MPN), por citar tres casos paradigmáticos. Pero esta lógica política implosionará cuando se vote en las elecciones presidenciales, donde casi todo se reducirá al enfrentamiento que protagonizaran Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Peronismo rampante
En sus distintas variables, el peronismo mantuvo sus gobernaciones en Córdoba, Chubut, Entre Ríos, La Pampa, San Juan y Tucumán. Aunque al momento de computar su influencia en los comicios presidenciales, es necesario distinguir sus pertenencias internas y sus alineamientos políticos.
Schiaretti, el gobernador cordobés, es una pieza clave en Alternativa Federal y apoyará la candidatura de Juan Manuel Urtubey, su colega salteño. Schiaretti no comparte la perspectiva política de la fórmula Fernández-Fernández, y en caso de balotaje apoyará la reelección de Macri.
Mariano Arcioni, gobernador reelecto de Chubut, juega al lado de Sergio Massa y apostaba por Alternativa Federal. Pero el líder del Frente Renovador ha descartado un acuerdo con Urtubey, Schiaretti y Miguel Pichetto, y se acerca con cautela al kirchnerismo. Entonces, si Massa cierra con Fernández y Fernández, Arcioni volcará su gobernación en favor de la posible coalición Unidad Ciudadana-Frente Renovador.
El gobernador entrerriano Gustavo Bordet y su colega sanjuanino Sergio Uñac hasta ahora mantuvieron una actitud equidistante entre las distintas coaliciones peronistas. Son gobernadores que tienen un pensamiento muy diferente al programa que aplicó Cristina Kirchner cuando ocupó la Casa Rosada, y estarán remisos al momento de exhibir su alineamiento automático con la fórmula Fernández y Fernández.
Bordet y Uñac tienen muy buena relación con Macri y su ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y no estarán muy felices si Cristina regresa al poder convertida en vicepresidente. Ambos gobernadores cuestionan la política económica de Cambiemos, pero reconocen la transparencia del gobierno al momento de girar sin condicionamientos las partidas provinciales asignadas en el presupuesto.
A diferencia de Bordet y Uñac, que no pertenecen al kirchnerismo puro, el gobernador reelecto de Tucumán, Juan Manzur, y el gobernador electo de La Pampa, Sergio Ziliotto, apoyan a CFK desde la primera hora. Esto significa que el aparato partidario del peronismo pampeano y tucumano jugarán a fondo con la fórmula Fernández y Fernández.
Partidos provinciales cerca de Cambiemos
En Neuquén, gobierna Omar Gutiérrez. que pertenece al Movimiento Popular Neuquino (MPN). En Río Negro fue elegida Arabela Carreras, que integra Juntos Somos Río Negro. Y en Misiones fue designado Oscar Ahuad, que representa al Frente Renovador de la Concordia.
Estos tres partidos provinciales, que en las elecciones a gobernador derrotaron sin atenuantes al peronismo y a Cambiemos, se inclinaran por Macri cuando se tenga que votar por las candidaturas presidenciales
Gutiérrez agradece el apoyo del gobierno a Vaca Muerta, mientras que en Río Negro y en Misiones se reconoce el diálogo que mantiene Frigerio con los gobernadores Alberto Weretilneck y Hugo Passalacqua, que concluyen su mandato a fin de año.
Jujuy, una alegría política para Macri
Gerardo Morales fue reelecto como gobernador de Jujuy, y protagonizó el primer triunfo político importante para Cambiemos. Morales es radical y exige que se sume a un sector del peronismo a la coalición oficial, una propuesta que Macri y Marcos Peña no están dispuestos a aceptar.
Macri y Peña resolvieron que no había que nacionalizar las elecciones provinciales, y por eso ningún ministro viajó a Jujuy para felicitar a Morales, que hasta ahora es el único gobernador de Cambiemos que obtuvo la reelección. Una victoria que el presidente festejó en Olivos, después de cenar con su colega colombiano Iván Duque.