El analista político y director de la consultora We, Benjamín Gebhard, por El Acople sostuvo que en Capital la brecha con la intendenta es marcada y "pareciera que la sociedad le ha bajado la persiana y decide hacer un cambio".
Consideró que de cara a las elecciones del 14 de mayo, en Capital desde hace un año se percibe que apenas 1/3 de los salteños aprueba la gestión de la intendenta Bettina Romero pese a que buscará ir por la reelección.
En este sentido, indicó que hay un alto porcentaje que quiere un cambio en la ciudad más poblada de la provincia. De acuerdo a esto, Gebhard destacó la estrategia del oficialismo provincial que le propuso a la sociedad una alternativa a Romero pero dentro del mismo espacio para que no decida votar a un frente opositor.
Al respecto, el senador por Capital y candidato a intendente de Vamos Salta Emiliano Durand se ha constituido en "una figura emergente el último tiempo y ha logrado sostener su imagen". Tal es así que su imagen tiene alta valoración de conocimiento en la ciudadanía.
"Es el candidato que mejor mide en la Capital" afirmó.
Asimismo, argumentó que con este escenario y el contexto de la situación de Romero, es casi segura la derrota del oficialismo municipal.
Según las encuestas, Durand tiene una intención de voto de entre 35 y 40 puntos, mientras que Bettina entre 15 a 18. "La distancia está consolidada y es muy difícil que se achique en tan corto tiempo en una sociedad que pareciera haberle bajado la persiana a Bettina Romero y haber decidió hacer un cambio", manifestó.
Por otra parte, Gebhard analizó el humor social a 20 días de las elecciones, primero señaló que más del 60 por ciento de los salteños desconoce qué se vota y cuándo se vota. Esto ha demostrado que existe apatía y falta de entusiasmo.
"Es alto el porcentaje que dice que irá a votar sin ganas y hasta con cierto disgusto; otro porcentaje reconoce que no irá a votar; y hay quienes aseguraron que votarán pero en blanco", describió en tanto indicó que de los números surge que 1/3 del segmento social afirma que irá a las urnas con entusiasmo.
A esta evaluación, sumó que se advierte que no se provoca una discusión sobre el futuro, el horizonte o los proyectos por lo que los electores sienten que no hay nada en juego en la elección ya que piensan que la realidad no cambiará. "La gente interpreta que no hay diferencia entre quien gane, los problemas no se van a resolver y eso genera una apatía a la hora de votar", indicó.
Considerando esto último, el consultor y director de We manifestó que de aquí a un tiempo hay un empobrecimiento del lenguaje político y esto fue acrecentando la distancia y el desinterés de la sociedad con la política.