Tremenda lucha presentaron ambos elencos en la noche salteña. Los Infernales norteños nunca resignaron aquella linda oportunidad de seguir descontando escalones para trepar entre los líderes de la conferencia Norte. San Isidro, por su parte, llegó ubicado entre los primeros cuatro y con buenos augurios, sin embargo chocaron con una gran noche infernal en el Delmi. Triunfo y de los buenos para Salta Basket por 71-64, sexto al hilo en La Liga Argentina (quinto como local) y un momento importante para el representante salteño consolidándose no solo en un parquet de juego sino fuera de él, como grupo.
En medio de una gélida noche de básquet con la segunda división a nivel país, los dirigidos por Leandro Hiriart supieron contrarrestar el planteo cordobés en la primera parte. Defensas duras y al límite propuso el conjunto local para frenar el poderío ofensivo de San Isidro, dejando en más de una ocasión que lanzaran tiros de media y larga distancia –propuesta que en esa primera mitad dio buenos dividendos para Los Infernales-.
Los dos primeros cuartos terminaron favorables al local por solo tres puntos, paridad que se sostuvo en la intensidad que ambos expresaron en el parquet salteño pero sobre todo en las ansias de ganar de cada uno. El liderazgo del juego en el primer tiempo lo mantuvo el equipo local, el salteño Stucky y el artillero Mariani fueron los de mano caliente con 6 y 8 puntos respectivamente, en la visita el fuego estuvo en el gigante González y Ludueña, ambos con 6 unidades.
Más allá de los hombres de gol, el partido se destacó por el aspecto ajedrecístico que ofreció en varios pasajes. Defensas duras y pegadas uno contra uno, mucho pick and roll y transiciones efectivas fueron algunas de las acciones que los salteños seguidores de Los Infernales disfrutaron en el Delmi.
En la segunda mitad San Isidro aprovechó algún desconcierto del local en el inicio para achicar la diferencia y pasar al frente. Sin embargo, la reacción infernal no tardaría en llegar para poner las cosas iguales en 47 a menos de un minuto para el final del tercer cuarto, período ue bajó el telón con la ventaja mínima para Salta Basket. Faltaban los últimos 10 minutos y pese al goleo bajo en La Linda se esperaba un final infartante.
El choque siguió palo a palo, fricción y lucha que mantuvo expectante a todos en el Polideportivo salteño. Una ola de faltas técnicas que uno del tridente arbitral interpretó existieron (dos al banco de suplentes y otra a Mariani, quien solo atinó a preguntar si podían utilizar al afamado Var para revisar un fallo), alteraron aún más los ánimos en el local. Lo que se les había negado en casi toda la noche llegó cuando restaban 2:40 para el final: una bomba de tres en manos de Gregorio Eseverri puso al frente a Los Infernales (59-57).
Tiro de media distancia de González dejó a tres puntos abajo a su equipo (64-61), restaban 54 segundos. En la acción siguiente el experimentado base santiagueño, Víctor Hugo Cajal, amagó con pasar la bola y metió una puerta de atrás para depositar la anaranjada entre las redes en zona de gigante. El delirio de la gente rompió la incertidumbre para comenzar lo que terminó siendo un festejo a lo grande, uno más en la segunda división del básquet argentino.
El lunes Los Infernales volverán a jugar en el Delmi recibiendo desde las 21.30 a Independiente de Santiago del Estero, otro partidazo para disfrutar en la ciudad.