Sin lugar a dudas la localidad de Embarcación es cuna de grandes valores en el fútbol. Salta Comparativa ya te contó la historia de Alexis Dulón, el joven que se luce en Huracán, y ahora te trae el testimonio de otra joya del norte salteño.
Se trata de Maximiliano Erazo, un chico que, con solo 14 años, viste la camiseta de un grande del país, Racing Club de Avellaneda. Maxi dialogó en exclusiva con nuestro medio, y nos contó como llegó al último campeón del fútbol argentino.
“En el 2016, gracias al ‘Huracán’ Cardozo, me hicieron una prueba en Orán. Ese día jugué con chicos categoría 2003 (el es 2005) y a los dos minutos de iniciado el partido me dijeron que debía hacer otra prueba, pero en Buenos Aires” recuerda el joven que actualmente juega como central en la novena categoría del club, donde a veces es capitán.
“En agosto fui a Buenos Aires, hice la prueba y quedé en la pensión” señala, y seguramente infla el pecho porque está en el predio “Tita”, esa cuna de grandes jugadores, ese lugar por donde pasaron Lautaro Martínez, Matías Zaracho, por nombrar a los más jóvenes, o por donde también pasaron el Coco Basile y Gustavo Costas, entre otros.
“No tengo palabras para describir lo que estoy viviendo, esto es un sueño, una sensación increíble” dice Maxi, y asegura que no bajará los brazos hasta poder llegar a primera. “Mi sueño es jugar en primera. Estar en canchas profesionales, y que mi familia esté bien” asegura, pues claro, Erazo no se olvida de aquellas personas que lo acompañaron y ayudaron. “Extraño mucho a mi familia, ellos lo saben, pero también saben que estoy acá para progresar. Ellos me acompañan en todo momento” manifiesta, y cuenta que con un grupo de WhatsApp están siempre en contacto.
Sobre su vida en el club cuenta que es muy tranquila. “En la pensión tenemos todas las comodidades, y eso es importante” expresa, y cuenta que siempre son contenidos por profesionales.
Por otra parte indica que siempre reciben el apoyo de los jugadores más grandes, de aquellos que ya están en primera. “Por lo general, una vez a la semana, los de primera terminan de entrenar y vienen al ‘Tita’ a jugar al metegol con nosotros. Ellos nos aconsejan, nos dicen que tenemos que seguir así, y que todo llega en su momento” señala.
Antes de despedirse Maxi dejó un mensaje a los jóvenes que siguen su mismo sueño. “No dejen de entrenar, de estudiar y de jugar, de divertirse jugando al fútbol” dice, y asegura que todo esfuerzo traerá su fruto en un par de años.