De Tartagal al mundo. Javier Mendoza, el joven de 27 años nacido en la ciudad norteña, tendrá la posibilidad de mostrar su calidad futbolística en el Panetolikos, club de la primera división del fútbol de Grecia.
En diálogo con Salta Comparativa recordó sus pasos, y contó cómo es vivir en Europa. Desde la adaptación a un nuevo idioma, a cómo se vive la pandemia del coronavirus.
El joven que nació futbolísticamente en la escuelita de fútbol Fuitar, y que vistió las camisetas de Gimnasia de la Plata, Atlético Tucumán, Chacarita, Instituto de Córdoba y Huracán, cuenta que llegó al fútbol griego tras haber visto en reiteradas oportunidades que ese sueño se caía.
“Hace 4 años que este club me quería traer, pero no se daba” señaló, y se mostró feliz de poder dar el salto al fútbol europeo ahora.
En la actualidad comparte el plantel con jugadores de todo el mundo. Griegos, españoles, portugueses, alemanes, pero con quienes mejores se lleva es con otros tres argentinos, con quienes afortunadamente ya se conocía, pues había compartido plantel con ellos en Chacarita y Gimnasia.
Si bien extraña a sus afectos más cercano, Javier nos cuenta que ya se acostumbró a ese tipo de vida, es decir lejos de su gente. “Ya hace 14 años que vivo solo y lejos de ellos. Al principio fue difícil, pero siempre tenía en claro que quería para mi vida y por suerte hoy puedo disfrutar y trabajar de lo que me gusta” manifiesta.
Sobre cómo se vive en Grecia, y cómo llevan adelante la lucha contra el coronavirus, Mendoza cuenta que allá se está viviendo todo con un poco más de tranquilidad, aunque aclara que el Gobierno es el que pide a la gente que sea responsable en cuanto a sus cuidados y cumplan con el uso de los tapabocas.
Por último dejó un mensaje a los jóvenes futbolistas que recién están dando sus primeros pasos y les aclaró que el fútbol es como en la vida, “siempre tenés momentos malos y otros buenos”, y agregó: “Mientras más claro sean tus objetivos los momentos malos pasarán más rápidos y los buenos los vas a disfrutar mucho más” finalizó.