Tras concretar un contundente triunfo en La Bombonera por 2-0 frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, Boca recibió un cachetazo en lo que concierne a la disputa judicial contra el exjugador del club Sebastián Villa, condenado a dos años y un mes de prisión en suspenso por un delito relacionado a la violencia de género contra su expareja, Daniela Cortés.
Luego de declararse en libertad de acción de forma unilateral y de que el cuadro de la Ribera comenzara un proceso judicial, la FIFA se declaró incompetente y sentenció que no sancionará de ninguna forma, deportiva o económica, al colombiano.
Minutos después de que el tribunal encabezado por la jueza Claudia Dávalos lo considerara "penalmente responsable de amenazas coactivas, en concurso real, con lesiones leves calificadas", la dirigencia xeneize consideró que el delantero no tenía que concentrar más con el plantel azul y oro. Como estaba en su derecho, y por sus obligaciones del contrato laboral, Villa podía continuar entrenándose, pero no iba a participar de los partidos del equipo comandado en aquel entonces por Jorge Almirón.
A las semanas el jugador decidió pegar la vuelta a su país natal y más tarde se marchó a España, donde se lo vio en un entrenamiento con la indumentaria de Unión Deportiva Lanzarote, de la Tercera División RFEF. Pero todo explotó cuando se declaró en libertad de acción y firmó contrato con Beroe Stara Zagora de Bulgaria. "La realidad es que nosotros tomamos al jugador como jugador libre. Lo ofrecieron así. Hicimos nuestro análisis con nuestros abogados, analizamos toda la parte legal que tiene en el medio y nosotros consideramos que él rescindió su contrato con justa causa y que es un jugador libre", comentó Hernán Banato, el argentino que preside el club, en una entrevista con Dsports, tras adjudicarse al colombiano hasta junio de 2025.
Como el club contempló que esa actitud estaba en contra de su vínculo formal con la institución, le reclamó a la FIFA la liberación de su cupo de extranjero, el resarcimiento de 5 millones de dólares y sanciones deportivas. Sin embargo, este jueves el ente regulador se declaró incompetente y confirmó que no castigará al otrora goleador xeneize.
La institución liderada por Gianni Infantino argumentó que su caso debe ser tratado en la Justicia laboral de Argentina, en la que la demanda del cuadro de la Ribera se encuentra en una primera instancia. De todos modos, la CD de Juan Román Riquelme podría apelar al Tribunal Arbitral del Deporte, popularmente conocido como TAS, el último eslabón de un reclamo de este estilo. Aunque todavía no se sabe si Boca finalmente decidirá llevar sus papeles a Lausana, Suiza.
