El equipo de Sebastián Battaglia, que tuvo un semestre con altibajos en el que incluso se puso en duda la continuidad del DT, alza un nuevo título local. Ahora, tras los festejos, se preparará para afrontar un mano a mano con Deportivo Cali por un lugar en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El Xeneize y el Matador prácticamente no se sacaron diferencias durante gran parte de la primera mitad del encuentro, hubo muy pocas aproximaciones y chances claras de gol.
El Xeneize logró abrir el marcador sobre el final del primer tiempo: Marcos Rojo ganó de cabeza en el área, Gonzalo Marinelli no pudo controlar la pelota y fue gol para el Xeneize, que pasaba al frente en la gran final de la Copa Liga Profesional.
Tigre reaccionó en la segunda mitad, tuvo chances claras de gol, pero Mateo Retegui falló en las tres oportunidades que tuvo.
Cuando peor la pasaba, el Xeneize estiró la ventaja por intermedio de Frank Fabra que recibió, se perfiló y disparó un bombazo directo al ángulo del arco de Gonzalo Marinelli.
El golazo del lateral colombiano fue un golpe de nocaut para el Matador, que no reaccionó. Y, cuando el encuentro llegaba a su fin, Luis Vázquez sentenció la victoria por goleada con un tanto de cabeza, para desatar la locura de la hinchada Xeneize en el Mario Alberto Kempes.
Finalmente, Boca se quedó con la gran final en Córdoba: conquistó la Copa Liga Profesional y es el campeón del fútbol argentino. El Xeneize, que tuvo un torneo con altibajos en el que incluso se puso en duda la continuidad del entrenador, alza un nuevo título local. Más allá de eso, no terminó su semestre: debe medirse mano a mano con Deportivo Cali, el jueves en la Bombonera, por un lugar en los octavos de final de la Copa Libertadores.