En el Cementerio de los Elefantes, en el marco de la fecha 22 de la Superliga, Boca derrotó 4-0 a Colón de Santa Fe e igualó en la cima de la tabla de posiciones a River, que este sábado recibirá en el Monumental a Defensa y Justicia.
El Sabalero comenzó el partido con una actitud dominante e inquietó al Xeneize con una serie de córners en fila. La presencia de dos volantes internos (Fernando Zuqui y Marcelo Estigarribia) complementando al centrocampista Matías Fritzler, le permitió al dueño de casa gozar de dos herramientas complementarias.
Por un lado, los mediocampistas impedían que Jorman Campuzano recibiera con comodidad y, en consecuencia, obligaban a los marcadores centrales contrarios a realizar extensas conducciones y lanzar envíos frontales para huir del asedio.
Mientras que, cuando el equipo contaba con la posesión del balón, Zuqui y Estigarrabia se erigieron como opciones de descargas centrales y funcionaron como una escala antes de desembocar en Tomás Chancalay y Gabriel Esparza, quienes trataron de abastecer a Wilson Morelo.
En un escenario adverso en el panorama futbolístico, el elenco dirigido por Miguel Ángel Russo buscó rutas alternativas para iniciar la construcción del juego desde el fondo utilizando la vía terrestre: Guillermo Fernández se estableció a instancias de Campuzano para convertirse en un puerto extra donde podían recalar los pases de Carlos Izquierdoz y Junior Alonso, pero no tuvo demasiada injerencia durante el primer tiempo.
Con la incapacidad del conjunto de La Ribera de imponer un predominio en la mitad de la cancha, Carlos Tevez se encontró ante la necesidad de retroceder varios metros en el terreno para colaborar con los volantes en la inferioridad numérica que padecían en el mediocampo.
En el ocaso de la etapa inicial, en unas de las escasas oportunidades donde fue el receptor de un pase en profundidad, Sebastián Villa coqueteó con la inauguración del resultado. A los 47’, el colombiano remató desde la medialuna del área y el tiro se estrelló en el poste izquierdo ante la expectante mirada de Leonardo Burián.
En el complemento, Boca demostraba una anemia futbolística similar, pero en la segunda ocasión que generó en el encuentro consiguió marcar una diferencia. A los 11’, Frank Fabra lanzó un centro desde la izquierda y, tras un desvío en Franco Soldano, el balón cayó en Pol Fernández, quien realizó un control orientado con el pecho y, con un remate de derecha, estableció el 1-0.
La conquista propició que el Xeneize mostrara una imagen inédita hasta el momento en el cotejo. Por momentos, ante la desesperación y la imperiosa necesidad de Colón, localizó reiterados espacios para profundizar. Incluso, Julio Buffarini aprovechó la situación, se proyectó al ataque con frecuencia y ensayó un disparo que fue contenido por Burián.
Durante otros pasajes, el visitante monopolizó la posesión y distribuyó el balón con cautela e inteligencia. Pero, con el transcurso del compromiso, la impaciencia de Colón derivó en una búsqueda ofensiva con poca creatividad y que, en lugar de acercarlo a la igualdad, generó un efecto contraproducente, el cual creó un terreno favorable para los ataques verticales de su rival.
A los 28’, Villa comandó un contragolpe a una elevada velocidad, se orientó desde la izquierda hacia el centro y, tras desairar a Fritzler, asistió a Eduardo Salvio, quien ingresó al área en soledad por el sector derecho y con una definición cruzada anotó el 2-0.
A través de una nueva salida rápida, Boca sentenció la victoria. A los 30’, Tevez profundizó desde el mediocampo con un pase en dirección a Ramón Ábila, quien realizó un freno y envió un pase hacia el corazón del área que tuvo como receptor a Salvio, que propició la aparición de Nicolás Capaldo y un posterior remate que se estrelló en Bruno Bianchi, pero el Apache capitalizó el rebote y convirtió el 3-0.
En el epílogo del partido, a los 40’, Fabra volvió a demostrar su relevancia en los metros finales del campo y envió un centro desde la izquierda a la zona opuesta que localizó a Wanchope Ábila, que realizó una acrobacia y con una tijera decretó el 4-0.
El triunfo le permitió a Boca igualar a River en lo más alto de la Superliga, con 45 puntos. Pese a que el Millonario aún debe jugar su compromiso ante Defensa y Justicia, el elenco de La Ribera aseguró la extensión de la definición por el título a la última jornada.