Barracas Central tuvo una noche histórica este lunes en el Cilindro de Avellaneda: tras igualar 0-0 con Quilmes, lo venció por penales y alcanzó el ansiado ascenso a la Primera División. Fue un partido con pocas emociones, friccionado y con alta tensión, típico de una final. En la definición desde los doce pasos el Guapo fue más certero que el Cervecero y terminó ganando 5-4 (sólo Rafael Barrios desvió su remate y resultó el decisivo)
La expectativa llegó a su final cuando la pelota comenzó a rodar en la cancha de Racing. Las bengalas con los colores de ambos equipos y la multitud que acompañó a los aspirantes al ascenso pasaron al olvido cuando los equipos comenzaron el duelo con la misión de lograr el objetivo: acceder a la Liga Profesional.
La carga emotiva era tan intensa que los nervios también se trasladaron hacia los entrenadores. Tanto Rodolfo de Paoli como Facundo Sava se mostraron fastidiosos con sus dirigidos por las constantes imprecisiones que se observaban en el rápido césped que cobijó a los protagonistas.
A pesar de la paridad, el que tenía mayor dominio de la situación era el Guapo, que a través de Juan Manuel Vázquez se encargaba de desarticular a la última línea del Cervecero. Sin embargo, el gol de Camilo Machado generó la primera emoción de la noche. Pero el grito del colombiano se ahogó por una posición adelantada de Facundo Pons que invalidó la conquista.
La respuesta de Barracas Central se dio de inmediato gracias a su mejor hombre. El preciso centro para la llegada de Mauro Albertengo hizo lucir a Rodrigo Saracho, quien a puro reflejo desvió el cabezazo del delantero y con la ayuda del travesaño evitó el tanto. En el Presidente Perón el espectáculo se encendía con el correr de los minutos.
Antes del descanso, la pelota parada también fue un argumento para que el elenco del Colorado pueda quebrar el marcador. La vía aérea de Mariano Pavone representó el mayor peligro cuando en una de sus intervenciones estrelló un testazo contra el poste. El sonido metálico paralizó a Maximiliano Gagliardo, quien se encontraba fuera de escena.
En el complemento ambos bajaron la intensidad y el trámite fue chato, con escasas llegadas. A la falta de emociones se sumó el juego friccionado. Incluso algunas contras no terminaron bien o sus intérpretes perdieron la pelota como una que pintó bien con Pavone, pero el delantero en lugar de llegar al área, se encerró hacia un costado y la jugada murió.
Circuitos de juego que no llegaron a plasmarse, remates que no generaron peligro, fueron postales de una segunda mitad aburrida y después de la media hora ambos equipos no dieron señales de arriesgar y empezaron a firmar el empate.
Sin tiempo para más, el encuentro terminó en un aburrido 0-0 en los 90 minutos y debió definirse en la tanda desde los doce pasos donde Barracas Central fue más certero y concretó sus cinco remates, en tanto que Quilmes falló en su último tiro.
De esta manera el Guapo consiguió su ascenso a la Primera División donde acompañará a Tigre, que le había ganado por la mínima diferencia la final de la Primera Nacional.
Definición por penales.
Quilmes: convirtieron Federico Anselmo, Martín Ortega, Agustín García Basso y Emanuel Moreno. Pero Rafael Barrios erró su tiro y la pelota se fue afuera.
Barracas Central: marcaron Iván Tapia, Lucas Colitto, Germán Estigarribia, Gonzalo Paz y Fernando Valenzuela, que marcó el tiro decisivo.
Fuente: Infobae